El prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, generó debate al afirmar que el nuevo gobierno recibió una economía en peores condiciones de lo anunciado. En una entrevista, comparó la situación con una Ferrari «fundida y chocada», sugiriendo que la realidad fiscal del país no es tan favorable como se había dicho. Díaz enfatizó la importancia de evaluar las cuentas antes de tomar decisiones sobre inversiones y gasto público, destacando compromisos financieros pendientes, como el pago de 165 millones de dólares por el Ferrocarril Central y 50 millones por Pluna.
Las declaraciones de Díaz contrastaron con las del ministro de Economía, Gabriel Oddone, quien en el Parlamento afirmó que Uruguay tiene una economía sólida con grado inversor, aunque con una «situación fiscal frágil». Esto generó críticas desde la oposición. El senador blanco Álvaro Delgado señaló la aparente contradicción entre ambos funcionarios, escribiendo en redes sociales: «¿En qué quedamos? ¿Una economía estable, fundida y sólida al mismo tiempo?».
Otro dirigente blanco, Sebastián Da Silva, también cuestionó a Díaz, asegurando que «no sabe ni cómo se prende la Ferrari que les dejamos». Mientras el gobierno analiza el estado financiero del país, la discusión sobre la herencia económica y las estrategias para el futuro sigue en el centro del debate político.