La empresa biotecnológica estadounidense Colossal Biosciences ha anunciado el nacimiento de tres cachorros con características genéticas del lobo terrible (Aenocyon dirus), una especie que se extinguió hace más de 10.000 años. Estos cachorros, dos machos de seis meses y una hembra de dos meses, han sido nombrados Rómulo, Remo y Khaleesi. Aunque no son clones exactos del lobo terrible, presentan varios de sus rasgos físicos distintivos, como un tamaño mayor al promedio, pelaje denso y claro, y una complexión más robusta que la del lobo gris moderno.
Proceso de creación:
El equipo de Colossal Biosciences trabajó con ADN recuperado de fósiles de lobos terribles, algunos con más de 70.000 años de antigüedad. A partir de este material, identificaron 20 genes clave que diferenciaban a esta especie extinta del lobo gris. Utilizando técnicas de edición genética, especialmente CRISPR, introdujeron estas modificaciones en células de lobo gris. Posteriormente, crearon embriones viables que fueron implantados en madres sustitutas de la misma especie, resultando en el nacimiento de los tres cachorros.
Debate científico y ético:
Este logro ha generado un intenso debate en la comunidad científica. Algunos expertos cuestionan si estos animales pueden considerarse verdaderos lobos terribles, dado que no son réplicas exactas de la especie extinta, sino lobos grises modificados genéticamente para presentar características similares. La genetista Gemma Marfany ha señalado que estos ejemplares son más bien “una cosa tuneada” y no una desextinción real.
Además, se han planteado preocupaciones éticas y ecológicas sobre la creación de estos híbridos, incluyendo la falta de transparencia en el proyecto, el bienestar de los animales y el riesgo de que se conviertan en especies invasoras. La bióloga Evelyn Segura ha enfatizado la importancia de priorizar la conservación de especies actualmente en peligro de extinción, como el lobo ibérico, en lugar de intentar revivir especies ya desaparecidas.
Colossal Biosciences también está trabajando en la “desextinción” de otras especies, como el mamut lanudo y el tigre de Tasmania, utilizando técnicas similares de edición genética. Estos proyectos han generado tanto interés como controversia en la comunidad científica y el público en general.
Este avance representa un hito en el campo de la biotecnología y la genética, pero también subraya la necesidad de un debate ético y científico sobre las implicaciones de traer de vuelta a la vida especies extintas.