El puerto de Montevideo ha experimentado una disminución del 50% en el movimiento de contenedores en tránsito durante los últimos cuatro meses.

Esta caída se atribuye principalmente a la salida de las navieras Mediterranean Shipping Company (MSC) y Hapag-Lloyd, quienes han redirigido sus operaciones hacia otros puertos de la región.

Causas de la reducción

Salida de MSC y Hapag-Lloyd: Ambas navieras han dejado de operar en Montevideo, optando por puertos alternativos como el de Navegantes en Brasil. MSC, por ejemplo, trasladó su servicio del Mediterráneo a Navegantes tras la finalización de obras de ampliación en ese puerto, buscando reducir costos al tocar menos terminales.

Diferencias tarifarias: MSC señaló que su decisión de trasladar las cargas en tránsito a Buenos Aires se debió a un tema de costos con la Terminal Cuenca del Plata. La compañía suiza posee el 50% de las acciones de Exolgan, la mayor terminal de contenedores de Buenos Aires, lo que le permite reducir costos operativos.

Mejoras en puertos regionales: Terminales argentinas y brasileñas han mejorado su gestión, haciendo sus procesos aduaneros más ágiles y acelerando los tiempos de carga y descarga, lo que ha atraído a más clientes en la región.

Controles aduaneros en Uruguay: La implementación de controles con escáneres al 100% de la carga proveniente de Paraguay ha generado cuellos de botella en el puerto de Montevideo, afectando la eficiencia operativa.

Inestabilidad en la Administración Nacional de Puertos (ANP): La polémica por las designaciones de cargos gerenciales y jefaturas en la ANP ha generado incertidumbre en el sector portuario.

Impacto y perspectivas

La reducción en el movimiento de contenedores afecta la competitividad del puerto de Montevideo y podría tener repercusiones económicas significativas para Uruguay. La pérdida de estas operaciones no solo implica una disminución en los ingresos portuarios, sino también en actividades conexas como el transporte terrestre y los servicios logísticos.

Para revertir esta tendencia, sería necesario abordar las diferencias tarifarias con las navieras, mejorar la eficiencia de los procesos aduaneros y garantizar una gestión estable y profesional en la ANP. Además, invertir en infraestructura y tecnología podría hacer que el puerto de Montevideo sea más atractivo para las navieras internacionales.

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