Nilson Garay, un padre oriundo de Cerro Largo, atraviesa una profunda angustia tras la muerte de su hijo, quien se encontraba internado en un centro del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). El joven falleció el pasado viernes en circunstancias que aún no han sido aclaradas completamente, y Garay denuncia que nunca pudo reencontrarse con él debido a obstáculos burocráticos que le impidieron tenerlo nuevamente en su hogar.
Según relató públicamente, las autoridades del INAU no le permitieron recuperar la custodia de su hijo alegando que en su vivienda no contaba con un dormitorio adicional. Garay, visiblemente afectado, sostuvo que aunque su casa era humilde, «no le faltaba amor», y responsabilizó tanto al organismo como al sistema judicial: “Hoy vivo una angustia y un dolor como padre y ser humano por culpa del INAU de Cerro Largo y de la Justicia”, expresó.
El padre aseguró que su hijo falleció a las 5 de la mañana, presuntamente por un atragantamiento, pero él recién fue notificado a las 16 horas, casi once horas después del deceso. En múltiples oportunidades había solicitado el reencuentro con su hijo, pero los requerimientos formales y trabas administrativas lo impidieron, dejando truncada la posibilidad de volver a abrazarlo en vida.
La familia y allegados exigen una investigación a fondo para esclarecer las causas del fallecimiento y el accionar tanto del centro de reclusión como del sistema judicial implicado. La situación ha generado conmoción en la comunidad local y pone en tela de juicio los criterios de protección y restitución familiar aplicados por las instituciones encargadas.

