Boom forestal en Uruguay: récord de exportaciones e inversiones millonarias consolidan al sector como motor económico

El sector forestal uruguayo atraviesa uno de los momentos más dinámicos de su historia reciente. En 2024, las exportaciones del rubro alcanzaron los 3.045 millones de dólares, marcando un récord histórico y consolidándose como el principal motor exportador del país, superando incluso a la carne bovina.

Según datos oficiales del Ministerio de Ganadería y de la Dirección Nacional de Aduanas, este crecimiento fue impulsado principalmente por la celulosa, cuyas ventas al exterior aumentaron un 27 % en comparación con 2023. También registraron subas la madera aserrada y los productos derivados del pino, aunque las exportaciones de chips de eucalipto cayeron debido a la competencia brasileña.

La expansión del sector no solo se refleja en los números del comercio exterior, sino también en el volumen de inversiones. En los últimos años, se ejecutaron más de 4.170 millones de dólares en proyectos vinculados a la cadena forestal, destacándose la instalación de la segunda planta de UPM en Pueblo Centenario, que por sí sola representó unos 3.470 millones. A esto se suma la construcción de tres nuevas plantas de transformación de madera (aserraderos y contrachapado) con una inversión adicional de 300 millones de dólares, previstas para entrar en operación en 2026.

Actualmente, Uruguay cuenta con 1,16 millones de hectáreas forestadas, lo que equivale al 6,6 % del territorio nacional, además de 847.000 hectáreas de bosque nativo. La expansión forestal se ha dado principalmente en suelos de prioridad forestal, distribuidos entre los departamentos del norte, noreste y este del país.

En términos de empleo, el sector genera más de 17.000 puestos de trabajo directos y reúne unas 3.900 empresas, en su mayoría micro y pequeñas. Estas cifras se traducen en una fuerte incidencia territorial y económica, especialmente en zonas rurales donde la actividad forestal se ha convertido en un eje productivo central.

Desde el gobierno y organismos como Uruguay XXI, se destaca que más del 90 % de las plantaciones comerciales del país cuentan con certificación internacional de manejo sostenible, lo que ha permitido acceder a mercados exigentes en términos ambientales y sociales, como la Unión Europea, Estados Unidos y Asia.

De cara a 2025, las proyecciones mantienen una tendencia positiva: se estima un crecimiento adicional del 4 % en las exportaciones, lo que llevaría el total a cerca de 3.500 millones de dólares. La capacidad de producción nacional superará los 4,9 millones de toneladas anuales de celulosa con la operativa completa de las tres plantas instaladas.

No obstante, el sector enfrenta desafíos significativos, como la necesidad de diversificar la matriz productiva, profundizar el valor agregado local y mitigar el impacto ambiental y social del modelo forestal. También pesa la dependencia de la demanda internacional y la volatilidad de los precios de la celulosa.

El auge forestal en Uruguay confirma un cambio estructural en el perfil productivo del país, que ha sabido capitalizar su estabilidad política, marco jurídico favorable e infraestructura logística para posicionarse como un actor de peso en la industria forestal global.

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