La investigación por presunta estafa y lavado de activos contra la empresa Conexión Ganadera sumó en las últimas horas un nuevo y preocupante capítulo. Días antes de que se concretaran allanamientos ordenados por la Justicia, un depósito vinculado a la firma fue completamente vaciado en la ciudad de Florida, lo que impidió la incautación de documentos clave para la causa.
El local, ubicado en un predio que pertenece a la parroquia de la Catedral de Florida, estaba bajo responsabilidad de la empresa y era utilizado como espacio de guarda de muebles, papeles y materiales diversos. Según testigos, en los días previos a los allanamientos se observaron movimientos intensos de vehículos, entre ellos una camioneta con el logo de Conexión Ganadera, y personal retirando bolsas, cajas y documentación. Parte del material habría sido destruido o incinerado, en lo que se presume fue una maniobra para ocultar pruebas relevantes.
Pese al vaciamiento, un equipo periodístico logró recuperar y posteriormente entregar a Interpol cuatro cuadernos que estaban en el lugar. Los mismos contienen 336 páginas con anotaciones detalladas sobre inversores, montos en dólares, teléfonos, cuentas bancarias, establecimientos rurales y datos de ganado. También figuran vínculos con la firma Hernandarias XIII, propiedad de Pablo Carrasco y su esposa Ana Iewdiukow, quienes gestionaban animales asociados a Conexión Ganadera.
Estos documentos ya forman parte de la causa que investiga la fiscalía especializada en delitos económicos, encabezada por Enrique Rodríguez. El expediente judicial tiene como imputados a Pablo Carrasco —actualmente en prisión preventiva—, a su esposa, y a Daniela Cabral, viuda del empresario Gustavo Basso, también investigado. Las mujeres cumplen arresto domiciliario mientras continúa el proceso.
La fiscalía considera que Conexión Ganadera operó bajo un esquema similar a un sistema Ponzi, en el que los pagos a inversores eran financiados con el dinero de nuevos aportantes. El pasivo estimado supera los 250 millones de dólares y se estima que miles de personas fueron afectadas por el colapso de la firma.
El vaciamiento del depósito fortalece la hipótesis de que existió una acción coordinada para entorpecer la acción de la Justicia, y genera nuevas líneas de investigación respecto al posible ocultamiento deliberado de pruebas. Los cuadernos rescatados se presentan ahora como una pieza clave para reconstruir el entramado financiero de la empresa y rastrear responsabilidades penales.
Mientras avanza la investigación, la Justicia analiza medidas adicionales para recuperar activos y garantizar la reparación de las víctimas, en un caso que ha generado una fuerte conmoción en el ámbito empresarial y rural del país.