En medio de un complejo escenario económico para las zonas de frontera, la Cámara de Diputados comenzó a discutir el proyecto de ley enviado por el gobierno que establece un régimen especial de beneficios para comercios ubicados en localidades limítrofes con Brasil y Argentina. La iniciativa, que apunta a mitigar el impacto de la diferencia cambiaria, fue aprobada en comisión, pero enfrenta ahora un intento de modificación por parte de la oposición durante su tratamiento en el plenario.
El proyecto, impulsado por el Poder Ejecutivo y respaldado por el Ministerio de Economía, incluye medidas como la exoneración parcial de aportes patronales para nuevos empleos, rebajas del IVA e IMESI en productos básicos y beneficios aduaneros para pequeños comerciantes ubicados a no más de 20 kilómetros de la frontera.
Sin embargo, legisladores del Partido Nacional, Colorado e Independiente cuestionaron que los beneficios sean insuficientes y plantearon la necesidad de ampliar su alcance. El diputado colorado Marne Osorio propuso, por ejemplo, la creación de un Observatorio Nacional de Fronteras y la incorporación de más sectores económicos al régimen, como la construcción y los servicios turísticos. En la misma línea, otros legisladores reclaman que se extiendan los beneficios a ciudades hasta 60 kilómetros del límite con los países vecinos.
Desde el Frente Amplio, que mantiene mayoría en Diputados, se defendió el texto original como un equilibrio entre estímulo y sostenibilidad fiscal. El oficialismo argumenta que las medidas deben ser transitorias y focalizadas, para evitar distorsiones en el mercado interno y asegurar su viabilidad presupuestal.
La discusión generó fricciones con la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), que expresó su preocupación por los efectos que podrían tener las rebajas impositivas sobre los productos nacionales, al favorecer el ingreso de bienes importados. En respuesta, el Ministerio de Economía señaló que el régimen es limitado, no abarca productos de producción nacional significativa y no representa una amenaza para la industria local.
El debate continuará el próximo martes en el plenario de la cámara baja, donde la oposición buscará torcerle el brazo al oficialismo con votos cruzados o ausencias estratégicas. Si logran introducir cambios, el proyecto deberá regresar al Senado, lo que podría retrasar su implementación.
Mientras tanto, la situación en las ciudades fronterizas sigue siendo crítica, con comercios que denuncian la imposibilidad de competir con los precios del lado brasileño y argentino. La expectativa es alta, tanto entre empresarios como entre trabajadores del litoral, ante un paquete de medidas que podría aliviar, aunque sea parcialmente, la asfixia económica de estos departamentos.