El último relevamiento del Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja una realidad preocupante en el departamento de Cerro Largo, donde los indicadores de mercado laboral y de pobreza infantil muestran rezagos persistentes respecto al promedio nacional.
Mercado laboral: informalidad y desempleo en niveles críticos
El mercado laboral departamental está compuesto por unas 44.000 personas, de las cuales aproximadamente 20.000 trabajan en la informalidad y 2.500 se encuentran desempleadas. Esto significa que más de la mitad de la población ocupada o en búsqueda activa de empleo está en situación precaria, ya sea por falta de trabajo o por desempeñarse en actividades sin cobertura legal ni aportes a la seguridad social.
Con estas cifras, Cerro Largo se ubica como el segundo departamento con mayor nivel de informalidad del país, dependiendo del mes de referencia, lo que refleja una fragilidad estructural en su mercado laboral.
Pobreza infantil: más de la mitad de los niños afectados
La situación social se agrava al observar los datos de pobreza en la niñez. En Cerro Largo, más del 50% de los niños vive en situación de pobreza, lo que implica que al menos la mitad de la población infantil del departamento crece en hogares con ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades básicas.
Este indicador supera ampliamente el promedio nacional y muestra un impacto directo en el acceso a alimentación, vivienda adecuada, educación y oportunidades de desarrollo para miles de niños.
Un desafío estructural para el noreste del país
Los niveles de desempleo, informalidad y pobreza en Cerro Largo evidencian las dificultades que enfrenta la región noreste para incorporarse plenamente al desarrollo económico nacional. Las brechas con Montevideo y otros departamentos del sur y litoral son marcadas y plantean la necesidad de políticas focalizadas de empleo, educación y protección social.
Autoridades locales y organizaciones sociales han advertido que, de no adoptarse medidas urgentes, estos indicadores podrían consolidar un círculo de exclusión social difícil de revertir, especialmente en la población infantil.
Cerro Largo, con más de la mitad de su fuerza laboral en condiciones precarias y con la niñez como la más golpeada por la pobreza, se convierte así en un caso testigo de las desigualdades estructurales que persisten en el Uruguay del interior profundo.

