El artista melense Nicolás Fariña instaló una serie de esculturas metálicas en la carretera que une Melo con Aceguá, como parte de un homenaje a los quileros humildes de Cerro Largo, hombres y mujeres que durante años transitaron esa ruta llevando consigo esfuerzo, sacrificio y una identidad profundamente arraigada en la frontera.
Las obras, elaboradas a partir de hierro y piezas en desuso, reflejan el estilo característico de Fariña, quien ha sabido resignificar materiales considerados obsoletos, otorgándoles nueva vida y sentido artístico. Cada figura, moldeada con precisión y expresividad, representa una parte de la historia fronteriza, marcada por el trabajo, la resistencia y la dignidad de quienes viven del intercambio diario a ambos lados de la línea divisoria.
El propio artista explicó que la instalación busca “darle rostro y forma al esfuerzo anónimo de los quileros, que muchas veces pasaron desapercibidos, pero son parte esencial del alma del Cerro Largo profundo”.
Esta intervención se suma a la exposición “Huellas del tiempo y la transmutación”, que Fariña inaugurará el viernes 7 de noviembre en la Alianza Francesa de Melo, donde el público podrá apreciar otras piezas de su obra inspiradas en la memoria, el territorio y la transformación del metal en arte.

