Un reciente informe de inteligencia de Bolivia advierte sobre un incremento alarmante de la violencia en el país, asociada a las redes criminales del uruguayo Sebastián Marset y del boliviano Yasser “Coco” Vásquez. El documento revela que ambos mantienen vínculos con el Primer Comando de la Capital (PCC), una de las organizaciones delictivas más poderosas de Sudamérica, y que sus operaciones se extienden por los departamentos de Santa Cruz y Beni, en disputa por el control de rutas del narcotráfico.
Según el reporte, esta alianza con el PCC les proporciona acceso a armas, contactos internacionales y rutas estratégicas, generando enfrentamientos con otros grupos locales. En las últimas semanas, la violencia se manifestó en hechos concretos: Vásquez difundió un video desde Beni amenazando a autoridades, mientras que Marset apareció armado en otra grabación con símbolos del PCC y mensajes intimidatorios. La situación se agravó con el asesinato de Jhonatan López Rodríguez, hijo de la alcaldesa de San Ramón, acribillado en una plaza pública.
El informe también alerta sobre la posible infiltración de estas redes en las fuerzas de seguridad, con investigaciones abiertas a miembros de la Armada y la Policía por presunta participación en crímenes por encargo. Se registran al menos doce secuestros y varios homicidios atribuidos a las estructuras de Vásquez. Ante este escenario, las autoridades recomiendan declarar la alerta máxima en Santa Cruz y Beni, reforzar la coordinación entre organismos nacionales y establecer cooperación internacional con Brasil e Interpol para frenar el avance del crimen organizado.