Un análisis realizado por El Observador junto al economista Matías Brum, profesor de la Universidad ORT Uruguay, reveló que los jóvenes uruguayos de entre 18 y 29 años se encuentran actualmente en la posición ideológica más a la derecha de las últimas tres décadas, según los datos de Latinobarómetro.
El estudio muestra que, aunque la izquierda continúa teniendo un bono demográfico por su mayor apoyo en las generaciones jóvenes, desde la pandemia de 2020 se observa un desplazamiento sistemático hacia el centro y la derecha entre los nuevos votantes. Este fenómeno refleja una tendencia global que ya se registró en países como Estados Unidos, España y Argentina, donde la juventud —especialmente los varones jóvenes— ha mostrado una mayor inclinación hacia posturas conservadoras o liberales.
El giro generacional
De acuerdo con los registros históricos del Latinobarómetro, los uruguayos jóvenes siempre se definieron como más de izquierda en comparación con las generaciones mayores. Sin embargo, desde 2020 en adelante, el promedio de autoubicación ideológica de los menores de 30 años se ha desplazado hacia el eje central del espectro político, alcanzando en 2024 su nivel más alto hacia la derecha desde la crisis estudiantil de 1996.
El cambio no implica un predominio absoluto de la derecha entre los jóvenes, sino una pérdida de hegemonía de la izquierda en ese segmento. Los investigadores señalan que los nuevos votantes siguen mostrando valores progresistas en temas sociales —como derechos humanos o diversidad sexual—, pero más conservadores en materia económica, de seguridad y orden público.
Un fenómeno internacional
La tendencia uruguaya se enmarca en un patrón regional y global. En Estados Unidos, el expresidente Donald Trump logró reducir la ventaja demócrata entre los jóvenes en 11 puntos porcentuales. En España, el partido Vox consolidó su base electoral en votantes varones menores de 30 años. Y en Argentina, el voto juvenil fue clave en la victoria de Javier Milei en 2023.
Estos ejemplos, según los analistas, reflejan un cambio generacional en la percepción del rol del Estado, la economía y la libertad individual. Los jóvenes, en muchos casos, rechazan las estructuras partidarias tradicionales y buscan opciones percibidas como “antisistema”, críticas del statu quo político y económico.
Implicancias políticas en Uruguay
El informe fue analizado por distintos actores políticos. Álvaro Delgado, presidente del Directorio del Partido Nacional, reconoció que la “inercia demográfica” es uno de los principales desafíos de la Coalición Republicana para recuperar el gobierno.
Los partidos tradicionales históricamente han tenido mayor respaldo entre los votantes mayores, mientras que el Frente Amplio conserva una fuerte presencia entre los jóvenes. Sin embargo, el desplazamiento ideológico detectado podría modificar los equilibrios electorales de cara a los próximos comicios nacionales.
Los expertos coinciden en que la pandemia, las transformaciones en el mercado laboral, la inseguridad y la influencia de corrientes internacionales de pensamiento liberal y conservador han incidido en este corrimiento ideológico.
Un cambio de época
El estudio concluye que Uruguay atraviesa un reacomodo generacional inédito, donde las nuevas generaciones ya no se definen automáticamente por la tradición de sus mayores, sino por su experiencia personal frente a la realidad económica y social actual.
Así, los jóvenes uruguayos —aunque en promedio siguen siendo más progresistas que los adultos— están hoy más cerca del centro y la derecha que en cualquier otro momento desde 1996, marcando una nueva etapa en la evolución política del país.