La Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) celebró este martes su Día de la Industria y el 127° aniversario, en un acto marcado por fuertes planteos al gobierno. La ceremonia, realizada en el Club de los Industriales, contó con la presencia del presidente de la República, Yamandú Orsi, la ministra de Industria, Fernanda Cardona, y autoridades empresariales. Bajo la consigna “¿Uruguay realmente quiere tener una industria nacional activa, fuerte y desarrollada?”, el sector industrial aprovechó la instancia para exponer preocupaciones estructurales y urgencias de competitividad.
Reclamos por costos energéticos y falta de impacto en tarifas
El presidente de la CIU, Leonardo García, sostuvo que la transformación energética del país “no impactó en una reducción de las tarifas a la industria”, lo que continúa trabando la competitividad del sector. En su discurso, afirmó que cada vez más proyectos reciben exoneraciones para importar bienes que la industria uruguaya produce, generando “competencia desigual” y desestimulando la producción local.
Tras la oratoria, Orsi respondió que el gobierno analiza alternativas como la reactivación del gasoducto Paysandú–Casa Blanca, construido en 2006 pero nunca utilizado. “Uruguay es un país caro, y la energía también es cara. Tiene sus explicaciones”, señaló.
Inestabilidad laboral, conflictos y baja participación del MIEM en el presupuesto
García advirtió que el país “sufre inestabilidad laboral”, recordando que sectores productivos han enfrentado conflictos prolongados, paralización de plantas, pérdidas de producción y situaciones como “tirar leche” o detener zafras completas. Cuestionó además que se impulse “con infundada insistencia” una reducción de la jornada laboral, aunque Orsi aclaró que cualquier discusión en ese sentido “debe estar atada a la productividad”.
El presidente de la CIU también criticó que el MIEM represente solo 0,1% del presupuesto nacional, preguntándose si es posible revertir tendencias negativas sin un fortalecimiento presupuestal del ministerio encargado de impulsar la industria nacional.
Ley de fronteras, franquicias y compras al exterior
La gremial también alertó sobre prácticas que “discriminan negativamente” a la industria, comenzando por los efectos de la ley de Fronteras. García afirmó que se pone foco en los comercios que pierden ventas frente al contrabando, pero se ignora que la industria nacional “también deja de vender” por los mismos motivos.
Señaló además que las compras en el exterior mediante franquicias generan pérdidas por unos US$ 15 millones mensuales, afectando directamente a los fabricantes uruguayos.
Por su parte, el asesor económico de la CIU, Sebastián Pérez, mencionó como amenazas la volatilidad internacional de precios, el escaso control normativo interno, la pérdida de soberanía dentro del Mercosur, el eventual impacto del Impuesto Mínimo Global, las exigencias ambientales y la falta de mano de obra calificada.
Pérez destacó oportunidades vinculadas a una mayor demanda de productos agroindustriales, al eventual acuerdo Mercosur–UE, y al potencial para captar nuevas inversiones en Zonas Francas y Parques Industriales, especialmente desde Brasil. También valoró instrumentos como la Comap, las preferencias en compras públicas y la promoción de desarrollo empresarial, recordando que Uruguay tiene la segunda mayor tasa de actividad emprendedora de la región, con 27%.
Oportunidades y desafíos
Los industriales señalaron que Uruguay mantiene fortalezas como la estabilidad institucional, la baja inflación y el prestigio internacional. Sin embargo, para convertir esos atributos en un verdadero impulso industrial, consideran imprescindible una política industrial clara, costos energéticos más competitivos y un entorno laboral estable.
El Día de la Industria dejó en claro que el sector productivo exige un rol más activo del Estado en la industria nacional, mientras el gobierno afirmó que está dispuesto a abrir lineamientos de trabajo, pero siempre bajo criterios de productividad, eficiencia y apertura estratégica.