El presidente Yamandú Orsi brindó un discurso de aproximadamente 45 minutos ante empresarios, integrantes de su gabinete y contados representantes de la oposición. La alocución, mayormente leída, combinó anuncios, definiciones políticas y un repaso de sus primeros nueve meses de gobierno, con foco en la seguridad pública y la situación heredada de la administración anterior.
El mandatario sorprendió al abrir su intervención con una mención directa a las críticas por sus “tropiezos discursivos y desvíos comunicacionales”. Lejos de esquivarlas, decidió reforzar ese estilo: “Adelanto que hoy va a ser un gran porrazo discursivo porque así va a ser mi tónica. Si no se entiende, se explica… Lo políticamente correcto me tiene un poco cansado”, expresó, asegurando que seguirá diciendo “lo que piensa y lo que siente”.
Cinco zonas serán intervenidas desde febrero de 2026
La seguridad pública ocupó buena parte del discurso, un día después del evento de cierre de los encuentros preparatorios del Plan Nacional de Seguridad. Orsi sostuvo que la estrategia “no es un parche sino un camino” y anunció que en febrero del año próximo comenzará la intervención focalizada en cinco zonas del país:
San Antonio (Maldonado)
Cerro (Montevideo)
Ciudad de Durazno (Durazno)
Ciudad de Rivera (Rivera)
Barrio Talca (Las Piedras, Canelones)
El presidente enfatizó que estas intervenciones serán integrales y estarán respaldadas por equipos técnicos, trabajo interinstitucional y una lógica de prevención y control basada en evidencia.
Llamado a crear una agencia nacional de inteligencia
Orsi insistió en que “Uruguay debe caminar sostenidamente hacia la creación de una agencia nacional de inteligencia”, para enfrentar de manera más eficaz al crimen organizado. Aclaró que ciertos sectores “tienden a ver la inteligencia como un instrumento totalitario”, pero remarcó que hoy “es una herramienta indispensable”.
A su entender, la discusión pública quedó atrapada entre dos extremos —la “mano dura” y la visión de que solo los programas sociales pueden resolver la inseguridad—, cuando lo que el país requiere es “una política pública basada en evidencia”.
“El crimen organizado no se combate gritando más fuerte sino con información, inteligencia y articulación entre Fiscalía, Prefectura, Policía, organismos financieros, inteligencia del Estado y cooperación internacional”, afirmó.
Primera infancia: reglamentación pronta de una ley largamente esperada
El presidente informó que “en estos días va a estar pronta la reglamentación” de la ley de garantías para la primera infancia, infancia y adolescencia, impulsada en el periodo pasado por la entonces diputada y hoy ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg.
La norma crea una nueva institucionalidad —el Gabinete de Primera Infancia, Infancia y Adolescencia— y había recibido respaldo multipartidario en el Parlamento. Sin embargo, la demora en su reglamentación generó críticas desde la oposición.
Caso Cardama: “mirar para otro lado o actuar”
Orsi también abordó el polémico contrato con el astillero español Cardama por la compra de dos OPV (buques de patrulla oceánica). El gobierno decidió rescindirlo tras verificarse que la empresa había presentado una garantía falsa.
“Se nos abrieron dos caminos”, planteó. El primero era “mirar para otro lado y barrer bajo la alfombra”; el segundo, actuar. “Vimos inevitable transitar ese camino”, aseguró. Y garantizó al público presente: “Tengan la certeza de que van a estar las OPV”.
La “herencia” recibida: ni desastre ni paraíso
Antes de enumerar logros de su gestión, Orsi se refirió al estado en que recibió la administración de manos de Luis Lacalle Pou. Aclaró que no pretendía “trasladar culpas”, pero sí “aclarar”.
“La herencia recibida no fue un desastre ni un paraíso. Nos encontramos con un país con fortalezas macroeconómicas y es justo reconocerlo. Pero también con una situación más pesada y compleja de lo que se nos había anunciado”, señaló. Enumeró “problemas fiscales, sociales e institucionales que condicionan la capacidad de acción inmediata” del gobierno.
Un discurso de definiciones y señales políticas
Con estas declaraciones, Orsi buscó posicionar a su administración en un equilibrio entre reconocimiento y crítica, reafirmando su estilo directo, anunciando medidas concretas y marcando prioridades para el próximo año: seguridad pública, fortalecimiento institucional, primera infancia y transparencia en la gestión.

