Durante una reunión de aproximadamente una hora y media, las gremiales lecheras fueron recibidas por el presidente de la República, Yamandú Orsi, instancia en la que abordaron una serie de temas clave para el sector, entre ellos la conflictividad laboral, el funcionamiento del Inale y el acceso a nuevos mercados. No obstante, uno de los puntos que generó mayor inquietud fue la aceleración en el cierre de tambos a nivel nacional.
Según datos aportados por las propias gremiales, en lo que va del año han cerrado 154 tambos, una cifra que supera ampliamente el promedio histórico, que se ubica en torno a 70 cierres anuales. “Esa es una preocupación grande que tenemos las gremiales, porque la tendencia del cierre de tambos viene desde hace muchos años, pero este año esa tendencia se aceleró”, señaló Álvaro Pérez Viazzi, directivo de la Sociedad de Productores de Leche de Rodríguez, quien participó del encuentro.
En diálogo con Rurales El País, Pérez Viazzi explicó que desde el sector entienden necesario generar herramientas específicas para el eslabón primario, con el objetivo de frenar esta sangría de productores. “Entendemos que hay que buscar los mecanismos para darle herramientas al sector primario para que esto no suceda, y así pueda darse el recambio generacional y la llegada de nuevos inversores, aumentando la cantidad de tambos”, sostuvo.
Si bien la producción de leche en el país ha mostrado un leve crecimiento en el último año, el dirigente advirtió que la pérdida de establecimientos resulta especialmente preocupante en un sector que cuenta con poco más de dos mil tambos activos. A esto se suma la reducción del área destinada a la lechería, lo que indica que parte de las tierras que salen del sistema no continúan vinculadas a la actividad.
Durante la reunión, el presidente Orsi tomó nota de esta situación, así como de los restantes planteos realizados por las gremiales, quedando planteada la necesidad de avanzar en medidas que apunten a la sostenibilidad del sector lechero.
Un nuevo golpe en el mercado internacional
A la compleja situación estructural se suma un escenario internacional desfavorable. En la última subasta de Global Dairy Trade, la leche en polvo entera (LPE) registró una caída del 5,7%, con un precio promedio de US$ 3.162 por tonelada, el valor más bajo desde julio de 2024. Cabe recordar que en mayo de 2025 este producto había superado los US$ 4.300 por tonelada.
“Es complicado, porque en agosto fue el último remate donde no tuvimos baja, y hemos perdido más de US$ 1.000 por tonelada, además del agravante de que el tipo de cambio también bajó”, indicó Pérez Viazzi.
En el plano interno, Conaprole ya anunció una baja de $1 en el precio del litro de leche remitido a partir de enero. Según se informó en la asamblea del pasado día 29, parte de los ahorros del ejercicio anterior se habían trasladado al precio, evitando una rebaja previa. Sin embargo, el actual valor internacional no permite sostener el precio sin ajustes.
En cuanto al resto de los productos comercializados en Global Dairy Trade, el comportamiento fue dispar. La muzzarella y la lactosa registraron subas de entre 6,7% y 14,4%, mientras que la leche descremada en polvo, la manteca y la grasa láctea anhidra mostraron bajas que oscilaron entre 2,1% y 5,2%. Por su parte, el queso cheddar mantuvo su valor sin variaciones.
El escenario descrito refuerza la preocupación del sector lechero, que enfrenta simultáneamente el cierre de tambos, la pérdida de área productiva y un contexto internacional de precios en baja, elementos que ponen en riesgo la viabilidad de una actividad clave para el agro uruguayo.

