En la planta de Lumin en Melo se desarrolló una asamblea del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA) que terminó con momentos de alta tensión entre sus integrantes.
Durante el encuentro, varios oradores se pasaron facturas por decisiones sindicales recientes y pusieron sobre la mesa cuestionamientos internos vinculados a la conducción. El debate subió de tono cuando algunos participantes hicieron referencia directa a los episodios de presunta “corrupción sindical” que sacudieron al SUNCA meses atrás y que también alcanzaron al Partido Comunista del Uruguay (PCU), sector político históricamente ligado a la gremial.
Según trascendió, las acusaciones cruzadas giraron en torno a la administración de fondos, la transparencia en las negociaciones y el vínculo del sindicato con estructuras partidarias. Varios trabajadores reclamaron un cambio en la forma de conducción y pidieron garantizar que el sindicato se concentre en las reivindicaciones laborales de los obreros de la construcción, evitando lo que definieron como “manejos oscuros” que dañan la credibilidad de la organización.
La asamblea, que buscaba discutir temas vinculados a las condiciones laborales en la empresa Lumin, terminó marcada por el fuerte cruce político-sindical. A pesar de los intentos de encauzar el debate hacia los asuntos laborales de la planta, el clima quedó caldeado y evidenció una fractura interna que el SUNCA a nivel nacional deberá atender en las próximas instancias.