Una iniciativa inspirada en Estados Unidos tuvo buenos resultados cuando la aplicó Ceibal; ahora el máximo organismo educativo lo replicará en gran escala.
En un mundo inundado por imágenes y mensajes que se multiplican por segundo en las redes sociales, la carta papel tomó otro protagonismo luego de mostrar resultados positivos para revertir un problema “estructural” del Uruguay: la muy baja asistencia de los alumnos de la escuela pública.
El último Monitor Educativo de Inicial y Primaria arrojó que los escolares faltaron en promedio casi un mes a clases en 2023 —fueron, en promedio, 149,4 días de 176,5—, lo que significó una caída tras un leve repunte luego del covid-19. Además, los alumnos de contexto más vulnerable siguen acumulando muchas más faltas que el resto.
Con esta foto, ANEP resolvió tomar este año un plan piloto que tuvo resultados auspiciosos. Ceibal, la plataforma online de desarrollo del aprendizaje educativo de referencia nacional e internacional, probó en 2023 una particular iniciativa, desplegada antes en Estados Unidos, con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El plan piloto, ideado por el Laboratorio de Perspectivas Comportamentales de Ceibal, implicó enviar tres cartas personalizadas a los domicilios de 27.354 familias de alumnos de 1° a 3° de escuela, de una muestra representativa de 210 escuelas, de los departamentos de Artigas, Canelones, Colonia, Montevideo, San José y Treinta y Tres, remarcando la importancia de que los niños vayan a clases.
El plan, tuvo resultados auspiciosos. El informe puntualizó, además, que este envío de cartas “favorece la asistencia en la mayor parte de los estudiantes, pero no cambia patrones de asistencia de quienes tienen pocas faltas (continúan con su óptimo comportamiento), ni genera modificaciones en aquellos que tienen niveles de ausentismo extremo”.
Con estos resultados sobre la mesa, lo que fuera un plan piloto pasó a ser una nueva medida de ANEP, en el marco del Plan Asiste para mejorar los magros niveles de asistencia, con casi el doble del alcance original. Así, 50.719 familias, de alumnos de 1° a 3° de contexto vulnerable (quintiles 1 a 3) que acumularon 16 faltas o más en 2023, ya recibieron la primera carta entre fines de mayo y comienzos de junio; en agosto recibirán la segunda y en octubre la tercera.
“Las asistencias importan y tú puedes ayudar”, comienza la carta enviada a los padres, en letras azules, toda escrita en mayúscula. “Los estudiantes no aprenden cuando faltan a la escuela, ya sea por razones justificadas o no justificadas. Familia, puedes ayudar a que (el niño) tenga menos faltas este año escolar”, agrega la misiva, que está en conocimiento de docentes, directores e inspectores por posibles consultas.
El documento reitera enseguida la cantidad de faltas que tiene cada niño, y una barra de color que pasa de color amarillo a rojo cuando el alumno acumula 10% o más de inasistencias. A partir de este umbral, se ingresa a la inasistencia crítica, que en 2023 se ubicó en 64,4%, estable con 2022 (64,9%).
Este año, además, se lanzó el plan piloto en alumnos de 4° a 6° grado con la entrega de unas 4.000 cartas más, de una muestra representativa de todo el país. De mostrar resultados similares, la intervención se aplicaría a nivel de todo Primaria desde 2025.