El directorio de Antel aprobó, con los votos del Frente Amplio, que el Antel Arena pase a ser gestionado directamente por una subsidiaria de la empresa estatal, tras el vencimiento del contrato con la actual firma privada el próximo 31 de diciembre. La decisión fue adoptada en la sesión del pasado jueves y marca un nuevo capítulo en la historia de un proyecto que ha estado rodeado de polémicas desde su gestación en 2014.
Una resolución que reabre el debate
La medida fue respaldada por el presidente de Antel, Alejandro Paz, y el vicepresidente Pablo Álvarez, mientras que la directora nacionalista Laura Raffo votó en contra y calificó la decisión como “un escándalo”. Según sostuvo, “Antel asumirá todos los riesgos económicos y financieros de un negocio que no conoce”, advirtiendo que el polideportivo actualmente “da pérdidas”.
Raffo argumentó además que el cambio se realiza sin un proceso competitivo ni licitación pública, lo que, a su entender, impide evaluar otras propuestas que podrían resultar más beneficiosas para el Estado. “Cada hora dedicada a que Antel gestione el Arena es una hora menos dándole conectividad a los uruguayos”, sostuvo.
La gestión pasará a ITC
La subsidiaria seleccionada para administrar el complejo será ITC, una empresa 100% propiedad de Antel, actualmente dedicada al área de consultoría en telecomunicaciones y gestión empresarial. Entre sus clientes figuran organismos públicos como ASSE, Casinos del Estado, Intendencia de Montevideo, INE, INAC, ANII, BPS y el Ministerio de Salud Pública, entre otros.
Paz defendió la resolución asegurando que la subsidiaria “simplemente agrega una nueva línea de negocio”, y que el conocimiento necesario para administrar el Antel Arena “ya está instalado en el país” luego de años de funcionamiento.
Objetivo: espectáculos más accesibles
Desde el oficialismo, se busca revitalizar el Antel Arena y abrirlo a una oferta cultural y deportiva más popular. Según explicó Paz, la intención es que el espacio no se limite a grandes producciones internacionales de entradas costosas, sino que también albergue eventos nacionales, deportivos y culturales con precios accesibles.
“Queremos que el Antel Arena deje de ser una mala palabra y se convierta en un espacio abierto a todos los uruguayos”, afirmó el presidente de la estatal, quien adelantó que se procurará reducir costos de producción para facilitar el acceso de nuevos espectáculos.
Un proyecto con historia y controversia
El Antel Arena, inaugurado en 2018, fue impulsado durante el gobierno de José Mujica y ha estado en el centro de debates políticos y judiciales. La obra, cuyo costo final fue objeto de una investigación penal, quedó definitivamente exonerada de responsabilidad el año pasado tras el archivo de la causa promovida por el gobierno de Luis Lacalle Pou.
Con la administración del presidente Yamandú Orsi, el tema vuelve ahora al centro de la agenda pública. La nueva gestión estatal del complejo promete una etapa diferente, pero no exenta de controversia, en uno de los símbolos más discutidos del vínculo entre la empresa pública y la cultura uruguaya.

