Botana lamentó que se estuviera “todo el período sin que se atendieran los departamentos de frontera” y el ministro Falero afirmó que la gente “estaba esperando algo más que les llegara al bolsillo”.
“El Partido Nacional es cruel con los que pierden. Se vienen épocas difíciles”.
La madrugada del lunes fue difícil para los principales dirigentes del Partido Nacional, que fueron derrotados en departamentos cuyas intendencias están en manos nacionalistas, como Paysandú (donde gobierna Nicolás Olivera) y San José (cuya intendenta es Ana María Bentaberri). O que en otros bastiones del oficialismo, como Artigas, Treinta y Tres, Cerro Largo, y Rivera —con intendencias blancas en los tres primeros casos, y colorada en el último—, tuvieron una sangría de votos significativa que fueron a parar el Frente Amplio, en comparación al resultado obtenido el 27 de octubre pasado.
“Eso es complicado”, resumió, resignado, otro de los legisladores consultados, que ya está pensando en las elecciones departamentales de mayo próximo, y que con este panorama teme que pueda haber “pérdidas de intendencias” para el Partido Nacional.
Pero lo territorial no es el único motivo que tienen en mente los nacionalistas. Para el senador Sergio Botana, por ejemplo, hubo una “sumatoria de desatenciones del gobierno en pequeñas cosas” que fueron conformando, a su juicio, un humor electoral que terminó inclinando la balanza del balotaje.
“Estuvimos todo el período sin que se atendieran los departamentos de frontera”, agregó el exintendente de Cerro Largo, que siguió enumerando: “Se sacaron las tarjetas del Mides para algunas personas o hubo muchos casos donde mandaron a hacer inspecciones, complicando a gente por lo que recibían por estas tarjetas. El Banco de Previsión Social (BPS) no ha atendido a nadie y a los camioneros chiquitos los dejamos sin atender. Esas son las pequeñas desatenciones”. https://www.facebook.com/share/v/1Au3qjzMAS/