Brasil en vilo por la salud de su presidente: por segunda vez en 48 horas operan a Lula da Silva.

El mandatario fue operado en la madrugada del martes; hoy jueves volverán a intervenirlo para evitar sangrados en el cerebro. Esta nueva cirugía agitó el debate sobre posibles figuras sucesorias.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva se someterá hoy jueves a un nuevo procedimiento para detener el flujo de hemorragia en el cerebro. La nueva intervención, una “embolización de la arteria meníngea media”, será necesaria para evitar que la sangre se acumule en el cerebro de Lula.

En un comunicado, el equipo médico de Lula afirmó que el presidente se encontraba “bien” durante el día.

“Como parte del programa terapéutico, (Lula) completará la cirugía con un procedimiento endovascular (embolización de la arteria meníngea media)”, dice el comunicado del equipo de Sírio-Libanês.

El boletín agrega que Lula “permanece en cuidados intensivos en el Hospital Sírio-Libanés, en San Pablo. Pasó el día bien, sin complicaciones, realizó fisioterapia, caminó y recibió visitas de familiares”.

Después de sentir dolor en la cabeza el lunes, el presidente fue internado en la unidad Sírio Libanés en Brasilia. Luego de que la resonancia magnética indicara la existencia de una hemorragia, el equipo médico decidió llevarlo a San Pablo para ser sometido a una cirugía de emergencia en la que se le realizó una perforación en el cráneo para acceder al cerebro y drenar el sangrado. La hospitalización se produjo 51 días después de que Lula se golpeara la cabeza al caer en el baño del Palacio de Alvorada.

El médico del presidente, Roberto Kalil Filho, afirmó el martes que no sufrirá ningún daño cerebral y que las perspectivas de recuperación son buenas. “Lula no tuvo ningún daño cerebral, no tiene riesgo cerebral”, dijo Kalil, en conferencia de prensa.

El neurocirujano Marcos Stavale explicó, en rueda de prensa, que el sangrado se produjo entre el cerebro y la duramadre, la capa más externa, lo que provocó que el sangrado comprimiera el órgano. Según Stavale, el hematoma fue eliminado y las funciones neurológicas de Lula fueron preservadas.

Kalil aclaró que la nueva intervención es “un tipo de cateterismo” de “bajo riesgo” y “relativamente simple”, y explicó que durará una hora.

La Constitución brasileña prevé que el vicepresidente puede asumir temporalmente las funciones del jefe del Estado. Pero el ministro de Comunicación, Paulo Pimenta, dijo el martes que “en principio” no se está considerando apartar formalmente al jefe de Estado de sus funciones.

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