El último relevamiento de Equipos Consultores sobre el gobierno de Yamandú Orsi arroja un panorama complejo y, a la vez, difícil de sintetizar en una sola tendencia. Las cifras muestran una baja en la aprobación y un aumento en la desaprobación, pero al mismo tiempo el presidente conserva una popularidad “muy alta” y las expectativas hacia su administración siguen siendo mayoritariamente positivas.
El director de Opinión Pública de Equipos, Ignacio Zuasnabar, definió la situación como una “ambigüedad” que impide determinar si Orsi continúa o no dentro del período de “luna de miel”, una expresión habitual en los primeros meses de gobierno.
Un gobierno sin mandato de cambios profundos, pero con señales internas a atender
Zuasnabar recordó que la administración Orsi no llegó al poder con un mandato de reformas estructurales, sino con una propuesta moderada y de continuidad gradual en varios aspectos. Sin embargo, señaló que el presidente debe “prestar atención al ruidito que surge en la izquierda”, en referencia a tensiones o expectativas internas dentro del Frente Amplio que podrían marcar el rumbo político del período.
Para el analista, uno de los elementos más relevantes de la última campaña electoral fue que, pese a la derrota, la derecha y la centroderecha mantuvieron una base social e ideológica igual de fuerte que en 2019, cuando alcanzaron el gobierno. Esa persistencia configura un nuevo equilibrio político y obliga al Ejecutivo a navegar un escenario en el que el apoyo transversal no está garantizado.
Aprobación en descenso, pero liderazgo robusto
Los datos recientes muestran un retroceso en los niveles de aprobación de la gestión. A su vez, la desaprobación subió, lo que confirma una tendencia de enfriamiento luego de los primeros meses de gobierno. Sin embargo, ambas señales conviven con un elemento clave: Orsi mantiene índices de popularidad personales muy elevados, superiores a los de su gestión.
Además, la mayoría de los consultados mantiene expectativas positivas sobre el rumbo futuro del gobierno, lo que sugiere que el desgaste aún no afecta la confianza hacia el liderazgo presidencial.
Una foto política con contrastes
El informe de Equipos Consultores deja en evidencia que el gobierno enfrenta una etapa de ajuste en su relación con la opinión pública. El apoyo inicial comienza a ceder, pero el presidente conserva un vínculo sólido con gran parte de la población. Esta dualidad, según Zuasnabar, convierte a la lectura de la coyuntura en un escenario “ambivalente”, donde ni los elogios ni las críticas alcanzan una posición dominante.
En ese marco, el desafío para el oficialismo será sostener la popularidad del mandatario mientras atiende las tensiones internas y lidia con una oposición que mantiene un piso electoral robusto.
Para los analistas, la evolución de estos indicadores en los próximos meses determinará si el gobierno se encamina hacia un ciclo estable de respaldo ciudadano o si la ambigüedad actual es la antesala de un cambio más profundo en la percepción pública.