El 3 de abril de 2025, el empresario Pablo Carrasco, socio de Conexión Ganadera, asistió a una audiencia judicial relacionada con el concurso de la empresa. A su llegada al juzgado, fue recibido por un grupo de inversores afectados que portaban carteles con mensajes como “cárcel ya” y “estafadores, devuelvan lo que se robaron”. Durante su ingreso, se produjeron intentos de agresión física e insultos hacia Carrasco. Tras aproximadamente media hora, al retirarse del juzgado, enfrentó nuevamente insultos y agresiones, incluyendo golpes al vehículo en el que se trasladaba.
Uno de los inversores presentes, identificado como Víctor, expresó que el 95% de los inversores son pequeños ahorristas con inversiones menores a 100.000 dólares, quienes confiaron en la empresa en lugar de destinar sus ahorros a otros fines personales. Carrasco y su abogado, Fernando Vollono, emitieron un comunicado en el que afirmaron que la liquidación de Conexión Ganadera busca facilitar la conservación y realización de los activos en beneficio de los acreedores. Reconocieron errores por parte de Carrasco, pero negaron la existencia de dolo o beneficio injusto para él o terceros.
En febrero de 2025, el juez Leonardo Méndez determinó que Carrasco, su esposa Ana Iewdiukow, y Daniela Cabral, viuda de Gustavo Basso (cofundador de la empresa fallecido en 2024), estaban estrechamente vinculados a la administración de Conexión Ganadera. Días antes de la audiencia, la fiscalía concluyó que la muerte de Basso fue un suicidio.
Conexión Ganadera enfrenta acusaciones de operar como un esquema Ponzi, con pérdidas estimadas en más de 250 millones de dólares, afectando a miles de inversores. https://www.facebook.com/share/v/18YW6ABroQ/