Oficialismo y oposición comenzarán a ver sus cartas, en un escenario en el que, en Diputados, nadie tendrá mayoría y en la que el nuevo gobierno “será mano”.
La vicepresidenta electa, Carolina Cosse, encabezará este lunes la primera reunión efectiva de coordinación interpartidaria en el Poder Legislativo. Como si fuera una partida de truco, el encuentro servirá para que todos los jugadores comiencen a orejear las cartas.
El nuevo gobierno pondrá sobre la mesa los cargos que está dispuesto a ofrecerle a la oposición en la gestión de las empresas públicas, y explorará en qué grado puede contar con sus votos para sus principales iniciativas programáticas, en un escenario en el que le faltan dos votos para la mayoría en la Cámara de Diputados. La oposición tampoco tiene asegurada allí la mayoría por sí misma, por lo que la articulación, el diálogo y la negociación serán una tarea diaria.
La Coalición Republicana, que debutará en su rol opositor, dejará que el Frente Amplio mueva primero y sea el que ponga sobre la mesa una hoja de ruta, al tiempo que intentará una articulación interna que, algunas veces, fracasó cuando le tocó ser oficialismo.
Por lo pronto, los blancos ya tienen en carpeta algunos proyectos propios para promover. Rodríguez dijo que se insistirá con las modificaciones -que el gobierno de Luis Lacalle Pou promovió sin éxito- a la Ley sobre Violencia Basada en Género. También se volverá a presentar la idea del senador Luis Alberto Heber para que vivir en la calle “sea delito” y que sus responsables cumplan trabajo comunitario.
En el Partido Colorado, por otra parte, hay planteadas “líneas rojas” con respecto a eventuales propuestas del nuevo gobierno. Eso sí, se aguardan con expectativa los lineamientos que tendrá el “diálogo social” que prometió el gobierno de Yamandú Orsi destinado a reformar nuevamente el sistema jubilatorio.
El diputado Álvaro Perrone, de Cabildo Abierto, irá a la reunión de este lunes a “escuchar”. En su partido los planteos que se reciban por parte del nuevo gobierno serán discutidos con el líder de esa formación, Guido Manini Ríos.
Con dos diputados, Identidad Soberana reivindica ser la única fuerza política “antiagendista” en el Parlamento. “Ninguna”, respondió su líder, Gustavo Salle, sobre su disposición a votar iniciativas del nuevo gobierno, al que acusó -al igual que a la Coalición Republicana- de responder a la “agenda 2030” promovida desde los “centros internacionales hegemónicos y plutocráticos”.
Salle, que apoyó la propuesta de plebiscito impulsada por el Pit-Cnt para reformar la seguridad social, dice ahora que no apoyará el “diálogo social” para modificar al sistema. Su argumento es que “hubo una expresión popular de democracia directa”, en referencia al resultado del plebiscito que ratificó la ley vigente. En esa línea, añadió: “Cuando el pueblo se expresa, el representante tiene que acatar”.
Entre sus prioridades legislativas, el abogado y diputado mencionó que presentará un proyecto para desmantelar “el golpe de Estado técnico” que, a su juicio, representó la implementación del Código del Proceso Penal vigente desde 2017 y la descentralización de la Fiscalía. “Un nicho de impunidad”, como la describió.
Por otra parte, Salle adelantó que promoverá la creación de una comisión investigadora que indague sobre la participación del actual gobierno uruguayo en el “genocidio” que, en su opinión, representó la política que se implementó durante la pandemia. Quiere indagar en particular sobre la administración de vacunas, los acuerdos económicos a los que se llegaron para su adquisición y la actuación del GACH , que trabajó con el gobierno en este proceso.

