La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) presentó al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) la crítica situación que atraviesa el sector, destacando como prioritarios los casos de las cooperativas Coleme y Calcar.
Calcar: cierre de planta y lucha sindical
Calcar cerró su última planta en Tarariras, Colonia, dejando a 80 trabajadores sin empleo. Este cierre se suma al de su planta en Carmelo en 2023, reflejando una crisis financiera agravada por deudas bancarias y retrasos en pagos a productores.
En respuesta, la FTIL y el sindicato ALTRAC se movilizaron, realizando guardias gremiales para procesar la leche y evitar su desperdicio. Además, proponen un proyecto autogestionado para mantener la planta operativa, denunciando el uso inadecuado de fondos públicos por parte de la cooperativa.
Coleme: reducción de jornada y tensiones laborales
La cooperativa Coleme enfrenta una disminución en la recepción de leche y acumulación de stock de quesos. La empresa propuso reducir la semana laboral, lo que implicaría una pérdida salarial del 16% mensual para los trabajadores. Además, seis empleados permanecen en seguro de paro hasta el 31 de mayo.
La situación se agravó cuando la directiva de Coleme no asistió a una audiencia convocada por el MTSS, lo que fue interpretado por la FTIL como una violación a la ley de negociación colectiva.
Acciones del Ministerio de Trabajo
El MTSS, encabezado por el ministro Juan Castillo, ha mostrado disposición para abordar estas problemáticas. Se propuso la creación de una mesa de negociación ampliada que incluya al Instituto Nacional de la Leche (INALE) y al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, con el objetivo de encontrar soluciones que preserven los empleos y la producción en el sector lácteo
La FTIL continúa con movilizaciones y asambleas en distintos puntos del país, buscando generar conciencia sobre la situación del sector y presionar por medidas que garanticen la sostenibilidad de las cooperativas y la protección de los trabajadores.