“El espacio tributario sigue siendo limitado, para financiar sus programas de desarrollo, los gobiernos de esta región tienen que aumentar el gasto público contrayendo más endeudamiento”, dijo la OCDE.
Entre 2021 y 2022, la recaudación tributaria como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) aumentó en más de un 75% de los países de América Latina y el Caribe (ALC) y el promedio de la región se incrementó 0,3 puntos porcentuales, hasta alcanzar el 21,5%, de manera que se mantiene ligeramente por debajo de su nivel prepandemia (21,6%), según el informe “Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe de 2024”, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y divulgado ayer.
“Este incremento del promedio regional se vio impulsado por el impuesto de sociedades, debido al aumento de las ganancias de las empresas petroleras, aunque fue compensado parcialmente por un descenso de la recaudación de impuestos especiales, debido a la disminución de la demanda y a la adopción de una serie de medidas políticas por parte de los países para mitigar el impacto de las subidas de los precios de la energía y los alimentos en los hogares y las empresas”, señaló el estudio.
En el caso de Uruguay, el incremento de la recaudación impositiva fue de 1 punto porcentual del PIB.
Brasil lideró con una recaudación el 33,3% del PIB (cerca del promedio de países de la OCDE con 34% del PIB), seguido de Barbados con 30,5% del PIB, Argentina con 29,6% del PIB, Jamaica con 29,3% del PIB, Nicaragua con 27,8% del PIB y en sexto lugar se ubicó Uruguay con 26,6% del PIB.
El informe destacó que “existe una serie de factores económicos y estructurales que influyen en la recaudación tributaria como proporción del PIB. Las diferencias entre el promedio de recaudación tributaria como proporción del PIB de América Latina y el Caribe y la OCDE son congruentes con la tendencia de los países con niveles de renta más elevados de presentar también mayores coeficientes tributarios”.
“Argentina, Barbados, Brasil y Uruguay presentan unos coeficientes tributarios y niveles de renta similares a los de algunos países de la OCDE. Los análisis empíricos sugieren que una recaudación impositiva más sólida, unida a mejores instituciones, educación y conocimientos y diversificación económica, ha permitido a varios países de la OCDE evitar la trampa de las rentas medias, a diferencia de lo ocurrido en los países de la región”, recordó.
El informe refiere a que los “impuestos medioambientales aún están poco desarrollados en la región. Sin embargo, un número reducido de países han introducido importantes reformas en los impuestos ecológicos en los últimos años. Uruguay introdujo políticas de tarificación del carbono a través de impuestos al carbono (en el caso de Uruguay sustituyendo parte del Imesi que grava las naftas), principalmente en el sector del transporte, aunque siguen siendo limitados y los tipos efectivos de los impuestos al carbono no se sitúan a un nivel que posibilite la reducción de las emisiones de carbonos de manera efectiva”.
Uruguay y Honduras son los segundos con mayores ingresos por tributos relacionados con el medioambiente con 1,4% del PIB en cada caso. En Uruguay eso surge de 0,6% del PIB por tributos a energía y 0,8% del PIB por impuestos en el transporte.
Además de los ingresos tributarios, la OCDE calcula la presión fiscal equivalente.
“Las cotizaciones obligatorias a la seguridad social privada y los ingresos no tributarios procedentes de los recursos naturales (que se incluyen en el indicador presión fiscal equivalente pero no en la ratio impuestos/PIB) ascendieron a más del 5% del PIB en 2021: En cuatro países, ascendían a más del 3% del PIB (El Salvador, Bolivia, Panamá y Uruguay)
En base a la presión fiscal equivalente, en cuarto lugar aparece Uruguay con 31,5% del PIB.
“El IVA les gana”: el tributo que más recauda en la región.