El cerebro alcanza su máximo rendimiento entre los 55 y 60 años, según un estudio internacional

Un reciente estudio científico desafía las creencias tradicionales sobre el desempeño cognitivo humano. Publicado en la revista Intelligence, el trabajo realizado por los investigadores Guille E. Gignac y Marcin Zajenkowski concluye que el cerebro alcanza su máximo rendimiento entre los 55 y los 60 años, una etapa en la que la experiencia, el equilibrio emocional y el juicio se combinan para potenciar las capacidades mentales.

Durante décadas, se asumió que la juventud representaba el punto más alto del rendimiento cognitivo. Sin embargo, esta investigación demuestra que, si bien las habilidades físicas y la velocidad de procesamiento tienden a disminuir con la edad, otros aspectos como la empatía, la inteligencia emocional y el juicio moral continúan fortaleciéndose con el paso del tiempo.

El análisis contempló 16 dimensiones psicológicas y cinco grandes rasgos de personalidad: extraversión, estabilidad emocional, responsabilidad, apertura y amabilidad. Los resultados muestran que muchos de estos atributos alcanzan su punto máximo bien entrada la madurez. Por ejemplo, la responsabilidad llega a su nivel más alto hacia los 65 años, mientras que la estabilidad emocional se consolida cerca de los 75.

Según los autores, el “funcionamiento psicológico general”, que combina las distintas habilidades mentales y emocionales, se ubica en su punto más elevado entre los 55 y los 60 años. A partir de los 65 comienza un declive progresivo, más marcado después de los 75.

Esta etapa de la vida, señalan los investigadores, se caracteriza por un mayor equilibrio entre razón y emoción, lo que permite una toma de decisiones más reflexiva y estratégica, con menor impulsividad. Por esa razón, los cargos de mayor responsabilidad en empresas y organismos públicos suelen estar ocupados por personas en esa franja etaria.

Lejos de asociar el envejecimiento con deterioro, el estudio destaca que las personas mayores pueden rendir mejor en tareas que exigen análisis profundo, juicio y madurez emocional. En palabras de Gignac, “el funcionamiento psicológico general alcanza su punto máximo entre los 55 y los 60 años”, una etapa que sintetiza la sabiduría acumulada y la estabilidad emocional.

El trabajo invita, finalmente, a reconsiderar la idea de que “pensar rápido” equivale a pensar mejor, subrayando en cambio el valor de la experiencia, el juicio y la empatía como las formas más desarrolladas de la inteligencia humana.

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