El uso de la “casa común” vuelve a estar en debate; sectores a favor de la reforma plantean que no haya una “campaña en contra” para evitar que la discusión escale a un tono del que “no se pueda volver”.
El próximo lunes, el Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio (FA) abordará los primeros desafíos que de no ser resueltos de forma adecuada podría complicarle a la izquierda una campaña electoral que, a partir de los resultados del pasado 30 de junio, están iniciando con optimismo.
Esos desafíos están relacionados con el plebiscito que plantea una reforma constitucional delsistema de seguridad social y cómo se para el FA en un tema que lo divide. Y, sobre todo, de qué manera sigue vigente la “libertad de acción” definida por la oposición ante este asunto tiempo atrás.
La coalición de izquierdas no tendrá una, sino dos variables que despejar.
Una de ellas es en qué ámbito debe procesarse esa definición. Porque mientras los sectores que discrepan con la propuesta pretenden una resolución rápida en los organismos de dirección, los que promueven el plebiscito, con el Partido Socialista a la cabeza, propugnan que la discusión esté ambientada en un Plenario Nacional. La diferencia no es formal, dada la distinta conformación de ambas instancias.
“Pretendemos una amplia discusión”, dijo a El País Daniela Brandon, delegada socialista ante los organismos de conducción del FA. “Que sea el Frente Amplio discutiendo, en su máxima expresión”, pidió.
El razonamiento es que fue el mismo plenario el que, en diciembre pasado, había resuelto que en el FA hubiera “libertad de acción” ante la campaña de firmas que, por ese entonces, recién comenzaba. Para los socialistas, “correspondería” mantener el mismo escenario. También, dijo, porque no quiere que los sectores más pequeños, que no están representados en el Secretariado o en la Mesa Política, “se queden sin voz” en un asunto de estas características.