El MEF evaluará en 2026 la viabilidad de implementar un IVA personalizado en Uruguay

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), analizará durante 2026 la factibilidad de aplicar en Uruguay un sistema de IVA Personalizado (IVA-P), una modalidad que permitiría ajustar el impuesto al consumo según las características o situación socioeconómica de los contribuyentes.

El ministro de Economía, Gabriel Oddone, explicó que los organismos internacionales ven en Uruguay un país con condiciones institucionales y tecnológicas adecuadas para avanzar hacia un esquema tributario más progresivo. “Hay organismos internacionales firmemente convencidos de que Uruguay califica en muchos sentidos para adoptar un IVA que dé tratamientos especiales según el tipo de consumidor”, señaló el jerarca.

Un proyecto con antecedentes técnicos

La idea del IVA Personalizado no es nueva. Fue diseñada por técnicos de la Dirección General Impositiva (DGI) en 2011, pero nunca llegó a implementarse. El modelo propone que, a través del uso de medios electrónicos y bases de datos interconectadas, el Estado pueda devolver parte del impuesto a determinados sectores o aplicar tasas diferenciadas según ingresos o consumos.

De concretarse, Uruguay sería uno de los primeros países de América Latina en avanzar hacia un impuesto al valor agregado con enfoque de equidad y personalización, aprovechando la trazabilidad que ofrecen los pagos digitales.

Contexto legislativo y medidas para la frontera

En paralelo, el Parlamento estudia una iniciativa del Poder Ejecutivo que apunta a eliminar el IVA mínimo del 10% y reducir a la mitad la alícuota básica del 22% (a 11%) para las compras realizadas con tarjetas de débito u otros medios electrónicos en comercios de ramos generales ubicados en un radio de hasta 20 kilómetros de la frontera con Brasil.

Esta medida busca estimular el consumo formal y reducir la brecha de precios con el país vecino, una de las principales preocupaciones de los departamentos fronterizos.

Horizonte 2026: una decisión estratégica

El MEF evaluará junto al BID los costos administrativos, impactos en la recaudación y efectos distributivos de un eventual IVA Personalizado. El objetivo, según Oddone, es contar hacia 2026 con un estudio técnico integral que determine si el esquema es viable y qué ajustes legales y tecnológicos serían necesarios.

De confirmarse su factibilidad, Uruguay podría ingresar en una nueva etapa de modernización tributaria, orientada a la inclusión y la eficiencia fiscal, en línea con las recomendaciones de los organismos multilaterales y las tendencias globales de digitalización impositiva.

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