El exintendente de Soriano, Guillermo Besozzi, fue detenido el pasado jueves en el marco de una investigación por corrupción liderada por la fiscal Stella Alciaturi. Tras una audiencia de formalización, se le imputaron siete delitos: peculado, tráfico de influencias, concusión, omisión de denunciar delitos, cohecho simple, coautoría de cohecho calificado y reiterados delitos de abuso de funciones. Como medida cautelar, se le impuso arresto domiciliario mientras continúa la investigación.
A pesar de estas acusaciones, Besozzi cuenta con un significativo respaldo popular. El domingo posterior a su detención, más de mil personas se congregaron en su residencia para expresarle su apoyo. Los asistentes manifestaron su descontento con el proceso judicial, sugiriendo que está influenciado políticamente y que busca perjudicar la carrera electoral de Besozzi en plena campaña.
En respuesta a las imputaciones, Besozzi rompió el silencio afirmando: “Nunca me van a encontrar una coima o un favorecimiento”. Expresó su confianza en la justicia uruguaya, aunque señaló posibles errores en el sistema. Aseguró a su familia y seguidores que, aunque pudo haber cometido equivocaciones, es incapaz de beneficiarse ilícitamente.
El Partido Nacional ha salido en defensa de Besozzi, cuestionando el accionar de la Fiscalía y sugiriendo que existe una operación política detrás del proceso judicial. Dirigentes del partido han señalado que la imputación podría estar relacionada con intentos de desacreditar a Besozzi en el contexto electoral.
La investigación continúa en curso, y se espera que en los próximos meses se esclarezcan los hechos y se determine la responsabilidad de los implicados.