Estados Unidos y Argentina alcanzaron un acuerdo marco de comercio e inversiones tras varios meses de negociación, según anunció la Casa Blanca en coincidencia con la reunión en Washington entre el canciller argentino Pablo Quirno y el secretario de Estado Marco Rubio. El entendimiento busca impulsar el crecimiento económico de largo plazo, ampliar oportunidades comerciales y consolidar un esquema de mercados abiertos, transparencia y cooperación estratégica.
El comunicado oficial resalta que el presidente Donald Trump y el mandatario argentino Javier Milei reafirman una alianza estratégica basada en valores democráticos y una visión común de libre empresa. Este acuerdo llega tras el auxilio financiero estadounidense de USD 20.000 millones destinado a estabilizar la economía argentina antes de las elecciones legislativas.
El pacto establece que ambos países abrirán recíprocamente sus mercados para productos claves. Argentina otorgará acceso preferencial a exportaciones de EE.UU., tales como medicamentos, químicos, maquinaria, tecnología, dispositivos médicos, vehículos y productos agrícolas.
Estados Unidos, por su parte, eliminará aranceles sobre ciertos recursos naturales no disponibles y artículos para aplicaciones farmacéuticas, dejando abierta la posibilidad de futuras mejoras arancelarias.
El acuerdo implica importantes compromisos por parte de Argentina:
Desmantelamiento de barreras no arancelarias, incluidas las licencias de importación.
Eliminación gradual del impuesto estadístico para bienes estadounidenses.
Aceptación directa de productos norteamericanos que cumplan normas estadounidenses o internacionales, sin evaluaciones adicionales.
Apertura al ingreso de ganado bovino vivo, productos avícolas, quesos, carne vacuna, porcina y lácteos.
Aprobación de vehículos fabricados en EE.UU. bajo sus normas de seguridad y emisiones.
La Casa Blanca considera a Argentina como un aliado estratégico en América Latina y destaca los avances del gobierno de Milei en materia de reformas y desregulación económica. El anuncio también se retrasó por debates internos en EE.UU. vinculados al auxilio financiero y a la decisión de cuadruplicar la cuota de carne argentina hasta las 80.000 toneladas.
El acuerdo genera expectativas entre empresas estadounidenses de sectores energético, minero, tecnológico y farmacéutico, con las que Quirno mantuvo encuentros en Washington. Entre las firmas participantes figuraron Chevron, Cargill, AstraZeneca, General Motors, Boeing, Mastercard y Glencore.
La reunión entre Quirno y Rubio refuerza la sintonía diplomática entre ambas administraciones y marca el cierre de una intensa agenda del canciller en Washington. El gobierno argentino sostiene que, tras su victoria legislativa, cuenta con una ventana de 18 a 20 meses para concretar reformas que consoliden la confianza internacional y atraigan inversiones.
El acuerdo se inscribe en la estrategia comercial global de la administración Trump, que continúa negociando pactos con otros países mientras resuelve desafíos internos como el reciente fin del shutdown federal.

