El empresario argentino Osvaldo Spataro, conocido por su pasado como dirigente en Boca Juniors, confirmó su interés en invertir en la cooperativa láctea de Melo (Coleme) y avanzar hacia su transformación en una sociedad anónima. El anuncio se da en un contexto de dificultades financieras para la planta, que arrastra deudas y una visible caída productiva.
Spataro sostuvo que conoce el funcionamiento del sector lácteo y que llegó al negocio a través de contactos vinculados a la actividad agropecuaria en Uruguay. Señaló que su objetivo es “gestionar la planta, aumentar la cantidad de litros de leche y mejorar los procesos de quesos”. En ese sentido, aseguró contar con respaldo de asesores ligados a las empresas argentinas la Serenísima y Sancor.
En julio, la asamblea general de Coleme firmó por unanimidad una carta de intención para la venta de la planta industrial, que incluye la transferencia de la maquinaria, la marca, los pasivos y la plantilla laboral de unos 30 trabajadores. Sin embargo, los sindicatos denunciaron que no fueron informados formalmente del acuerdo y alertaron sobre la falta de claridad en la operación.
El empresario también reconoció la existencia de deudas, entre ellas una con el banco república cercana a los us$ 800.000, aunque el sindicato estima que los compromisos totales rondan los us$ 2 millones, mientras que la planta estaría valuada en unos us$ 500.000. Los trabajadores advirtieron que el establecimiento presenta un estado de deterioro y recordaron que hubo despidos recientes y empleados en seguro de paro.
Como parte de su plan, Spataro evalúa constituir una sociedad anónima para viabilizar nuevas inversiones en maquinaria y asegurar la continuidad productiva. Aún espera una respuesta formal del directorio de Coleme a la propuesta presentada.
La posible entrada de capital argentino en Coleme marca un punto de inflexión para la histórica cooperativa de cerro largo, que atraviesa un período crítico y cuyo futuro dependerá de la concreción de esta apuesta empresarial.