Fernanda tiene 23 años, está embarazada de cinco meses y carga con una historia marcada por la falta de contención familiar. Pasó toda de su vida bajo la órbita del INAU hasta cumplir los 18 años y hoy no mantiene contacto con sus parientes. Su pareja, Valentín, también se encuentra distanciado de su familia por un pasado difícil que lo llevó a tomar distancia.
Actualmente, la pareja ocupa de forma provisoria un lugar que deben abandonarlo el próximo lunes. Sin un techo fijo y sin ayuda económica, más allá del comedor y el programa Plato Caliente, enfrentan la urgencia de conseguir un lugar donde vivir y una oportunidad laboral que les permita sostenerse.
Ambos cuentan con experiencia en diferentes “changas” y están dispuestos a trabajar en lo que se les ofrezca. Su situación es crítica, ya que además de la falta de vivienda, deben prepararse para la llegada de su hijo en los próximos meses.