El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe técnico sobre el sistema de exoneraciones impositivas en Uruguay, en el marco de la revisión anual del Artículo IV, donde advierte que el país tiene uno de los niveles más altos de gasto tributario de América Latina y recomienda una reforma integral para mejorar la eficiencia fiscal, la inversión pública y el crecimiento económico de largo plazo.
Según el organismo, Uruguay dejó de percibir ingresos equivalentes al 6% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2021 debido al conjunto de incentivos fiscales vigentes —lo que incluye exoneraciones, tasas reducidas, deducciones especiales, créditos fiscales y regímenes simplificados—, ocupando el tercer lugar regional detrás de Honduras y Colombia.
Un sistema con 180 beneficios vigentes y alto costo en recaudación
El informe titulado Gasto Tributario en Uruguay describe un entramado complejo compuesto por cerca de 180 incentivos tributarios activos, muchos de los cuales tienen décadas sin revisión. El FMI señala que un pequeño grupo de apenas 10 beneficios representa casi la mitad del gasto tributario total.
Los impuestos más afectados por estas exoneraciones son:
IVA
IRAE (Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas)
Ambos concentran más del 60% del total de ingresos no recaudados.
El organismo advierte que si bien estos mecanismos buscan estimular la inversión, promover sectores específicos y proteger a hogares vulnerables, reducen la flexibilidad fiscal e impiden destinar mayores recursos a infraestructura, programas sociales e inversión pública productiva.
Uruguay: empresas como principales beneficiarias
A diferencia de las economías avanzadas, donde los hogares reciben la mayor parte de los beneficios fiscales, en Uruguay la mayor proporción del gasto tributario favorece a empresas.
El FMI también señala que las deducciones sobre el Impuesto al Patrimonio tienen en Uruguay un costo significativamente mayor al observado en otras regiones.
Qué recomienda el FMI: una reforma para recuperar ingresos y dirigirlos a inversión productiva
El organismo plantea una reforma “modesta” que permita recuperar ingresos equivalentes al 0,4% del PIB, cifra considerada pequeña respecto al volumen total del gasto tributario.
En el modelo teórico expuesto, se asume que la mayor recaudación provendría de ajustes al consumo, aunque el efecto real dependerá del comportamiento de hogares y empresas ante posibles cambios tributarios.
El FMI afirma que si esos ingresos adicionales se destinan a inversión pública productiva —carreteras, infraestructura energética, redes de comunicación— se fortalece la productividad privada, se reducen costos de producción y se impulsa el crecimiento en el largo plazo.
En países con eficiencia en inversión pública, explica, este tipo de gasto tiene un efecto multiplicador mayor y acelera la actividad económica.
Impactos esperados: inversión, productividad, tipo de cambio y comercio
El FMI simuló los efectos macroeconómicos de una reducción del gasto tributario ineficiente. Entre los principales resultados proyectados:
Crecimiento económico
El PIB real aumentaría gradualmente, alcanzando un crecimiento acumulado del 0,5% hacia 2037 respecto al escenario base.
La inversión privada caería al inicio por la eliminación de incentivos, pero se recuperaría por mayor productividad e infraestructura.
Mercado laboral y consumo
La mayor productividad generaría más demanda de mano de obra y mejores ingresos.
El consumo de los hogares bajaría inicialmente por el efecto del IVA, pero se recuperaría en el mediano plazo gracias a los salarios.
Tipo de cambio e inflación
El tipo de cambio nominal se depreciaría cerca de un 1,2% hacia 2037, mejorando la competitividad externa.
El tipo de cambio real se apreciaría al inicio, para luego estabilizarse.
La inflación subiría levemente al comienzo, pero sería controlada rápidamente por la política monetaria.
Exportaciones e importaciones
Las exportaciones reales crecerían un 0,8% hacia 2037, impulsadas por la competitividad cambiaria.
Las importaciones de consumo caerían, reflejo de menor gasto interno.
Las importaciones de bienes de inversión crecerían casi 3%, acompañando la mayor inversión productiva.
El desafío central: calibrar el impacto sobre contribuyentes
El FMI subraya que cualquier reforma debe considerar cuidadosamente cómo reaccionarán hogares y empresas ante la eliminación o reducción de beneficios. Algunas exoneraciones, señala, pueden ser críticas para la actividad de ciertos sectores.
Por ello, advierte que una mala calibración podría generar pérdidas económicas de corto plazo, aunque los beneficios estructurales sean positivos en el largo.
Un debate clave para el gobierno de Orsi
El informe llega en un momento en que el gobierno de Yamandú Orsi revisa el sistema de beneficios fiscales con la intención de:
priorizar sectores estratégicos,
facilitar el acceso a pequeñas y medianas empresas,
y mejorar la eficiencia del gasto tributario.
La discusión sobre exoneraciones —un tema estructural en Uruguay— se vuelve así central para las cuentas públicas, la competitividad y el modelo de desarrollo económico a largo plazo.

