El caso de Conexión Ganadera ha tomado un nuevo giro con la implicación de la empresa Hernandarias XIII, que ahora desempeña un papel central en la investigación. Conexión Ganadera, fundada en 1999 por Gustavo Basso y el Ing. Agr. Pablo Carrasco, ofrecía a los inversores la posibilidad de adquirir ganado que luego era gestionado por productores en diferentes campos. Sin embargo, recientes denuncias han revelado irregularidades en la gestión de los contratos y la propiedad del ganado.
Hernandarias XIII, una empresa que operaba en conjunto con Conexión Ganadera, ha sido señalada por su participación en la transferencia y administración de los animales involucrados. Las investigaciones apuntan a que, en algunos casos, los inversores no tenían pleno control sobre su ganado, y las transacciones realizadas por Hernandarias XIII podrían haber contribuido a la falta de transparencia en la propiedad y ubicación de los animales.
Además, se ha informado que desde noviembre, Conexión Ganadera no ha cumplido con el pago de salarios a los trabajadores de los establecimientos, acumulando deudas de hasta tres meses con veterinarios, estaciones de servicio y proveedores de insumos. Esta situación ha generado preocupación entre los empleados y ha agravado la crisis financiera de la empresa.
La complejidad del caso ha llevado a expertos legales a sugerir la necesidad de un proceso concursal para determinar la verdadera naturaleza de los contratos y establecer si los inversores son propietarios legítimos del ganado o simplemente acreedores financieros. Esta distinción es crucial para definir las responsabilidades y posibles compensaciones en el marco legal vigente.
En resumen, la implicación de Hernandarias XIII en el caso de Conexión Ganadera ha añadido una capa adicional de complejidad a una situación ya de por sí intrincada, subrayando la importancia de una investigación exhaustiva para esclarecer las responsabilidades y proteger los derechos de todas las partes afectadas.

