El ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, adelantó que el gobierno uruguayo presentará la próxima semana una batería de medidas económicas para enfrentar diversos desafíos, entre los que se destaca la creciente pérdida de competitividad en las zonas fronterizas con Brasil.
El anuncio más esperado se refiere a las medidas específicas que buscan aliviar la situación crítica del comercio y los servicios en ciudades fronterizas, como Rivera, Artigas, Río Branco y Chuy. En estos departamentos, la diferencia de precios con Brasil —acentuada por la depreciación del real y la inflación contenida en ese país— ha generado un flujo constante de consumidores uruguayos hacia el lado brasileño, provocando una caída notoria en la actividad comercial local.
“Vamos a presentar medidas orientadas a atender los problemas de competitividad que enfrentan las zonas de frontera”, aseguró Oddone, quien participará de un evento en Artigas junto a autoridades departamentales y gremiales del comercio para detallar el alcance de las acciones.
Las propuestas buscarán mitigar el efecto del “abaratamiento relativo de Brasil”, un fenómeno que ha afectado la sostenibilidad de cientos de comercios uruguayos en la frontera. Si bien el ministro no dio detalles, se espera que las medidas contemplen incentivos fiscales, facilidades logísticas y mecanismos de apoyo directo al pequeño y mediano comercio.
Ajustes fiscales y negociación salarial
Oddone también adelantó que, en el marco de la próxima Rendición de Cuentas, el gobierno hará un esfuerzo fiscal focalizado, con prioridad en áreas como la infancia, salud, infraestructura y transporte. Subrayó que el contexto económico no permite grandes expansiones presupuestales, por lo que se priorizarán políticas con impacto social directo.
En paralelo, se ultiman detalles de las nuevas pautas para la ronda de negociación salarial de este año. Estas incluirán cambios que, según el ministro, incorporarán “algunas innovaciones” y buscarán equilibrar recuperación salarial y sostenibilidad empresarial en un contexto económico desafiante.
Con estas iniciativas, el gobierno apunta a enviar señales de control y acción frente a la presión económica, especialmente en territorios donde las condiciones de frontera están generando asimetrías cada vez más difíciles de sostener.