Empleadores y autoridades nacionales coincidieron en el impacto positivo de ofrecer puestos de trabajo a exreclusos. “Ecuador está a la vuelta de la esquina”, advirtió el titular de ACDE.¨
O la oportunidad la damos nosotros -ustedes- o se la da el narco(…) Ecuador está a la vuelta de la esquina. O miramos al costado, o miramos al problema de frente. No hay dos opciones”.
El evento se desarrolló en el Piso 40 del World Trade Center, y contó con la presencia de varios de los principales empresarios del Uruguay, junto al ministro de Desarrollo Social, Alejandro Sciarra y el subsecretario de Interior, Pablo Abdala; entre otras autoridades.
El director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Luis Mendoza, informó ayer que hasta ahora los privados de libertad llegan 15.907, un nuevo récord en Uruguay. En el ex Comcar, restan 16 presos para que lleguen a 5.000. El espacio disponible está pensado para 3.000.
Con este escenario, 27 reclusos son liberados por día, lo que suma unos 9.800 en el año. De esa cifra, alrededor de un 70% reincide. “Hay que empezar a exigir a nuestros proveedores que tenga que haber liberados en la plantilla, si no no te contrato, porque va mi futuro”, enfatizó Scavuzzo.
Para que se expanda de esa forma se busca que Liberados llegue a más de una decena de empresas, tal como ocurre hoy.
Scavuzzo adelantó que desde el lunes, ACDE va a reunir a un grupo de “selectos empresarios” para que a partir de su llegada a diferentes directorios puedan replicar reuniones con los respectivos gerentes para que el plan sea “permanente”.
“Si el problema no lo encaramos por el lado de la empleabilidad, no hay forma de lograr una baja significativa de la reincidencia que no sea a través del empleo”, dijo Scavuzzo.
“Lo más importante es que cuando el liberado salga encuentre una oportunidad. Lo primero es evitar la calle y segundo es empoderarlo con su propio destino y que no sea el narco el que le da la oportunidad. Tenemos que ser las empresas”
ACDE articula un trabajo con la firma de selección de personal Manpower; el INR; la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado (Dinali) y otras áreas del Mides en el preegreso de reclusos. Tras una selección, se realiza un entrenamiento en habilidades blandas para una mejor adaptación al mercado laboral.
Con este rol “bisagra” entre el mundo privado y el estatal, la apuesta es a “sensibilizar” a las empresas sobre la “importancia y urgencia que tiene este programa para el futuro de la convivencia y de la seguridad del Uruguay”, indicó Scavuzzo.
Varios jerarcas involucrados con los liberados le hablaron directamente a los empresarios sobre la oportunidad que representa la contratación de un recluso.