Jóvenes “en la estratósfera”, más de derecha que de izquierda por primera vez en el siglo y un dólar debilitado: Zuasnabar e Iturralde analizaron la realidad política y económica del país

El Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) realizó este miércoles un encuentro en Punta del Este en el que su director ejecutivo, Agustín Iturralde, y el director de Equipos Consultores, Ignacio Zuasnabar, presentaron una radiografía política, social y económica del Uruguay de 2025.

El evento dejó varios titulares: un distanciamiento histórico entre los jóvenes y la política, un cambio en su ubicación ideológica, transformaciones profundas dentro de la coalición y una economía que termina el año con un “casi estancamiento” y un dólar debilitado.

Jóvenes: distantes de la política y con giro ideológico hacia la derecha

Zuasnabar describió un fenómeno que, según sus palabras, “rompe con una regularidad de décadas”: por primera vez en lo que va del siglo, hay más jóvenes de derecha que de izquierda en Uruguay.

El análisis se centró en la generación Z (nacidos entre 1995 y 2009), que muestra dos rasgos dominantes:

Un fuerte alejamiento de la política.

“Están en la estratósfera”, graficó Zuasnabar. La frase resume una postura extendida entre jóvenes de 18 a 29 años:

“Soy de centro, la política no me interesa ni la consumo, y no me informo.”

Un corrimiento del eje ideológico tradicional.

Los datos marcan la tendencia:

En 2000: 37% se identificaba como de izquierda y 27% como de derecha.

En 2010: se registró el máximo de izquierda (43%) frente a (19%) de derecha.

En 2015: la derecha cayó a 15%, y gran parte de los jóvenes migró al centro.

En 2025: 29% derecha, 26% izquierda.

Zuasnabar señaló que la izquierda “está generando menos identidad entre los jóvenes”, aunque esto no implica necesariamente una fuga masiva de votos, ya que el centro sigue siendo un espacio decisor donde el Frente Amplio conserva ventaja.

Identidades partidarias: coalición más homogénea, blancos y colorados “cada vez más chiquitos”

El director de Equipos analizó también las identidades partidarias. En noviembre, las mediciones indican:

35% de la población dice ser únicamente frenteamplista.

11% se identifica solo con el Partido Nacional.

5% solo colorado.

En Cabildo Abierto, la identidad estricta no supera el 1%.

Al agrupar a los partidos de la coalición, la identidad colectiva alcanza 34%, muy similar al Frente Amplio.

Sin embargo, Zuasnabar remarcó un fenómeno novedoso: la “identidad común”, es decir, personas que se sienten parte del bloque de la coalición más que de un partido individual. Aun así, aclaró que no existe una identidad coalicional plena: blancos y colorados mantienen estructuras propias, pero cada vez con menos rechazo mutuo.

Los números lo ilustran claramente:

En 2004, 72% de los colorados puros se declaraba lejano al Partido Nacional.

Hoy, ese rechazo bajó a 39%.

Entre blancos puros, el rechazo al Partido Colorado cayó de 74% a 50%.

Economía 2025: de un buen arranque a un cierre “casi estancado”

En el plano económico, Iturralde señaló que Uruguay transita un 2025 con desempeño de más a menos. Los primeros dos trimestres mostraron dinamismo, pero el año termina con una desaceleración marcada.

Uno de los fenómenos más visibles es el debilitamiento del dólar, perceptible en las pizarras de cambio. Iturralde aclaró que no es un fenómeno exclusivo del país:

“El debilitamiento del dólar es bastante generalizado. Los economistas nos equivocamos muchísimo con las proyecciones. Hoy el valor nominal está casi 10 puntos por debajo del inicio del año.”

Pese a esto, el economista destacó señales positivas:

Muy buenas perspectivas para la temporada de verano, lejos del “desastre” que vivió el sector turístico entre 2020 y 2022.

Una Argentina cara, lo que favorece el arribo de turistas a departamentos como Maldonado.

Un país con jóvenes cada vez más desapegados, bloques políticos en transformación y una economía que busca impulso

El encuentro del CED dejó la fotografía de un Uruguay que experimenta cambios profundos en su estructura política y social: jóvenes más distantes, una izquierda con menor capacidad de generar identidad, una coalición gobernante más homogénea pero con partidos tradicionales debilitados y una economía que busca cerrar el año con estabilidad pese al dólar débil y el enlentecimiento.

Con la temporada turística en puerta y la campaña política ya en marcha, los analistas coinciden en que 2026 llegará con nuevos desafíos para la economía, el sistema político y, sobre todo, la relación entre jóvenes y la vida pública.

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