El histórico dirigente sindical Jorge “Fogata” Bermúdez, referente del Partido Comunista y figura durante más de dos décadas en la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), enfrenta un duro final en su trayectoria gremial tras una auditoría interna que detectó irregularidades en el uso de viáticos por un monto de $ 740.000 no rendidos entre mayo de 2024 y julio de 2025.
Asamblea con abucheos y ruptura definitiva
El episodio culminante ocurrió en una asamblea de la FUS realizada en un gimnasio de Canelones, donde Bermúdez fue abucheado y tildado de “chorro” y “vendepatria” por parte de los asistentes. Su intento de tomar la palabra fue frustrado por una silbatina generalizada, y muchos delegados le dieron la espalda. Finalmente, debió retirarse entre gritos de “fuera”.
A raíz de esta situación, Bermúdez y el extesorero Héctor dos Santos fueron expulsados de la federación, mientras que Rossana Lombardo, exsecretaria de organización, fue suspendida, y al dirigente Harlington Píriz se le retiró la confianza política. Todos integraban el Consejo Central del sindicato.
Investigación y envío a la Fiscalía
El nuevo secretario general de la FUS, Marcos Franco, confirmó que una vez finalizada la auditoría, sus resultados serán remitidos a la Fiscalía. La investigación —que abarca inicialmente el período 2024-2025, pero se extenderá hasta 2020— busca esclarecer el destino de los fondos entregados a los dirigentes expulsados.
Franco calificó lo ocurrido como “el límite de una situación que se intentó resolver por otras vías” y reconoció que hubo conversaciones reservadas con Bermúdez antes del desenlace. “Hay que rendir los dineros y transparentar la información, pero no se logró”, afirmó.
Consecuencias en el Pit-Cnt
El Pit-Cnt también decidió apartar a Bermúdez de su cargo como encargado de Relaciones Internacionales, tras el pedido formal de la FUS. Será sustituido por otro dirigente perteneciente a la corriente comunista “La Unitaria”, aún no designado. Asimismo, deberá dejar su representación en la Junta Nacional de la Salud (Junasa).
Un dirigente histórico en caída
Bermúdez, empleado administrativo de la mutualista Universal, fue durante años uno de los rostros más visibles del sindicalismo uruguayo. Dentro del movimiento obrero era considerado un dirigente pragmático, con buena llegada tanto a las autoridades estatales como a los empresarios del sector salud. Sin embargo, las denuncias por la falta de rendición de viáticos terminaron por sepultar una extensa carrera gremial.
La auditoría continúa en curso, y sus conclusiones finales marcarán el destino judicial de un caso que sacudió a una de las federaciones sindicales más poderosas del país, con más de 30.000 afiliados.

