La Gran Logia de la Masonería Femenina del Uruguay continúa su expansión y su tarea de divulgación en todo el país. Su máxima autoridad, María Estela Vieras, ofreció una charla informativa en La Posta del Libro para explicar los principios, objetivos y funcionamiento de esta organización que reúne a 1.100 mujeres en 24 logias distribuidas en el territorio nacional.
Una institución humanista y progresista
Vieras definió a la masonería femenina como una institución filosófica, humanista, filantrópica, progresista e iniciática, fundada en 2007. Explicó que su propósito central es el perfeccionamiento personal y espiritual de la mujer, promoviendo el pensamiento libre, la solidaridad y el amor al prójimo. “Trabajamos sobre valores como la tolerancia, la fraternidad y el respeto. Buscamos que el cambio interior de cada una se refleje en una sociedad más justa y equitativa”, afirmó.
Los rituales —a los que la institución atribuye un carácter simbólico y de conexión espiritual con lo que denominan el “Gran Arquitecto del Universo”— forman parte esencial de la práctica masónica. Estos incluyen gestos, palabras y silencios que, según Vieras, ayudan a despertar “facultades latentes” y a elevar la conciencia.
Inclusión sin distinciones
La Gran Maestra aclaró que no existen requisitos excluyentes para ingresar a la logia femenina. Pueden participar mujeres mayores de 21 años, de cualquier creencia, nivel económico u orientación sexual, siempre que estén “en búsqueda interior y deseen transformarse en mejores personas”. La masonería no se asocia a ninguna religión ni dogma, y se financia mediante una cuota mensual equivalente al costo de un club deportivo, desmintiendo así la idea de que es una institución reservada a sectores de alto poder adquisitivo.
Expansión y labor social
Actualmente existen 24 logias femeninas en Uruguay, doce de ellas en Montevideo. En Paysandú funciona el taller “Constructoras”. En algunos departamentos comparten templos con logias masculinas, mientras que en otros alquilan espacios para sus reuniones semanales.
Vieras subrayó que el objetivo de esta expansión es multiplicar los valores masónicos en la sociedad. “Si una persona cambia, cambia todo a su alrededor. Creemos que el amor, la tolerancia y el perdón son herramientas para transformar el mundo”, señaló.
La masonería femenina uruguaya se presenta así como un movimiento discreto pero activo, que busca incidir positivamente en la convivencia social mediante la formación ética y espiritual de sus integrantes, en un contexto de creciente participación de mujeres en ámbitos de reflexión y liderazgo.

