Una investigación presentada en el semanario Brecha reveló la enorme concentración patrimonial y económica que representan las 100 empresas privadas más grandes de Uruguay. Según el trabajo del periodista Juan Geymonat —parte del estudio académico “Las grandes empresas uruguayas en el largo plazo (1920-2024)”, financiado por la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) de la Universidad de la República— estas compañías acumularon en 2023 ganancias equivalentes a 10 millones de dólares por día, marcando su peso determinante dentro del entramado económico nacional.
Un país con más de 190 mil empresas, pero solo 100 concentran una parte decisiva del capital
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Uruguay contaba en 2023 con 190.423 empresas activas. El ranking analizado contempla apenas al 0,1% de ese universo. Sin embargo, su impacto es desproporcionado: estas 100 firmas sumaron un patrimonio de 16.000 millones de dólares, equivalente a una quinta parte del PBI del país.
Además, manejan activos valorados en el equivalente a dos tercios del PBI y tienen un rol decisivo en el comercio exterior:
17% de las importaciones nacionales
35% de las exportaciones de bienes
Estas cifras ilustran la capacidad de incidencia de un grupo reducido de actores económicos sobre las principales variables productivas del país.
Empresas cáscara, grupos familiares y propiedad extranjera
El estudio detalla que solo 30 de las 100 empresas son totalmente de propiedad nacional. En contraste, varias firmas de gran tamaño responden a capitales extranjeros o estructuras internacionales.
Entre los 10 primeros lugares del ranking aparecen tres empresas cáscara instaladas en zonas francas, con operaciones que no generan empleo significativo en Uruguay y que utilizan el país como plataforma para optimizar cargas fiscales en sus lugares de origen.
El informe también identifica 27 grupos familiares que mantienen participación en alguna de las empresas listadas. En varios casos, se trata de dinastías empresariales que han sucedido a sus líderes durante tres, cuatro e incluso cinco generaciones, consolidando posiciones dominantes de largo plazo.
Un sector poco transparente: las grandes empresas que no publican información abierta
El artículo advierte que el conocimiento público sobre las mayores compañías del país es limitado. La mayoría son empresas de propiedad cerrada, por lo que no cotizan en bolsa y no están obligadas a publicar información financiera completa en ámbitos de acceso libre.
Esa opacidad, señala la investigación, dificulta el análisis sobre el rol real que cumplen en términos de inversión, empleo y distribución de riqueza.
Metodología y ausencias del ranking
Debido al alcance del estudio, el ranking no incluye:
Empresas estatales como UTE, ANTEL o ANCAP
Cooperativas como Conaprole (que hubiera ocupado el 8.º lugar en patrimonio)
Empresas rurales con grandes superficies agrícolas o forestales, cuyos esquemas de propiedad requieren estudios específicos
Además, la diferencia entre las empresas incluidas es abismal: las cinco más grandes tienen un patrimonio promedio 33 veces superior al de las cinco ubicadas entre los puestos 95 y 100.
Un mapa económico concentrado y en crecimiento
El análisis confirma que las grandes empresas uruguayas no solo son clave por su actividad presente, sino también por su persistencia histórica. Muchas de ellas forman parte del panorama económico desde principios del siglo XX, con patrimonios que han crecido en paralelo a la evolución institucional y económica del país.
El estudio aporta evidencia sobre la alta concentración patrimonial en Uruguay, un fenómeno que, aunque conocido, pocas veces se analiza con datos sistematizados. Con ganancias equivalentes a 10 millones de dólares diarios, este centenar de empresas se posiciona como un núcleo estratégico de acumulación, cuya influencia atraviesa los niveles productivo, fiscal y comercial de la economía uruguaya.