El observatorio meteorológico Metsul confirmó el retorno del fenómeno de La Niña, según los últimos reportes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). El evento climático se extenderá entre diciembre de 2025 y febrero de 2026, con una probabilidad del 55%, aunque los expertos prevén que será breve y de intensidad débil.
Un episodio distinto al de 2020–2023
A diferencia del extenso período de La Niña registrado entre 2020 y 2023, que provocó una crisis hídrica en Uruguay y severas sequías en el sur de Brasil y Argentina, este nuevo episodio tendrá una duración estimada de tres a cinco meses. Los modelos climáticos indican que se trata de un evento centralizado en el Pacífico ecuatorial centro-oriental, con una anomalía térmica de –0,5 °C en la región Niño 3.4.
Metsul subrayó que el anuncio de la NOAA generó sorpresa en la comunidad meteorológica, ya que hasta ahora las mediciones mostraban solo anomalías intermitentes y no consecutivas, apenas en el umbral entre neutralidad y La Niña débil.
Posibles efectos en la región
Según los análisis del observatorio brasileño, los efectos más notorios se sentirán en el sur de Brasil, especialmente en la mitad sur y el oeste de Rio Grande do Sul, donde se prevé un déficit de precipitaciones. Este escenario podría afectar la agricultura regional, con impactos en cultivos como maíz y soja, al tiempo que favorecería un mayor ingreso de masas de aire frío, lo que podría generar olas de frío entre el final del verano y el inicio del otoño de 2026.
En tanto, las zonas del norte y noreste de Brasil experimentarían un aumento de las lluvias, en concordancia con los patrones típicos del fenómeno La Niña.
Influencia global y contexto climático
A escala planetaria, los episodios de La Niña suelen provocar un descenso leve en la temperatura media global, aunque el actual calentamiento del planeta podría mantener los registros térmicos elevados incluso durante la fase fría del ENOS (El Niño-Oscilación del Sur).
El fenómeno también altera los patrones de viento y precipitación en distintas regiones del mundo, intensificando sequías en algunas zonas y generando lluvias extremas en otras.
Implicancias para Uruguay y el Cono Sur
Si bien los especialistas consideran que este evento será más corto y menos severo, advierten que su seguimiento será clave para la planificación agrícola y la gestión de los recursos hídricos en el sur de Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay.
El regreso de La Niña, aunque moderado, marca un nuevo desafío climático para la región, que aún enfrenta las secuelas de la sequía reciente y los efectos persistentes del cambio climático global.

