En un esfuerzo conjunto por garantizar el derecho a la educación, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) presentaron un plan interinstitucional que busca revincular al sistema educativo a más de 5.000 niños, niñas y adolescentes que actualmente no están matriculados en ningún centro educativo.
El proyecto, denominado “Que ningún gurí quede atrás”, apunta a reinsertar a 5.372 menores de entre 5 y 17 años, con un enfoque territorial y articulado entre diversas instituciones estatales, como INAU, BPS, MEC, Inisa, el Ministerio del Interior y organizaciones sociales como la Organización Nacional del Fútbol Infantil (ONFI).
La iniciativa parte de un diagnóstico basado en el cruce de datos de múltiples organismos, que permitió identificar con precisión a los menores desvinculados del sistema. Según la información recopilada, los casos más críticos se concentran en el área metropolitana, especialmente en los grupos de 16 y 17 años.
El ministro de Desarrollo Social, Gonzalo Civila, destacó que el Estado debe ser proactivo: “No podemos esperar que vuelvan solos, tenemos que ir a buscarlos”. Por su parte, el presidente de ANEP, Pablo Caggiani, subrayó la importancia de trabajar con herramientas comunes y una base de datos consolidada para que todos los equipos operativos compartan la misma información.
La implementación del plan ya está en marcha. Hasta el 25 de julio, equipos territoriales recopilarán y sistematizarán información, y se activarán recursos como los maestros comunitarios en educación primaria. En paralelo, se impulsarán acciones de revinculación desde la UTU, liceos, centros CAIF y espacios deportivos.
El objetivo es claro: garantizar el acceso y permanencia en el sistema educativo, prevenir futuras desvinculaciones y reforzar la igualdad de oportunidades. Este enfoque también contempla el acceso a servicios complementarios como alimentación, salud y protección social, en una mirada integral que entiende la educación como un eje central del desarrollo humano y comunitario.
El plan, que involucra a más de una decena de instituciones, representa una de las acciones más importantes en la lucha contra la exclusión educativa en Uruguay, y busca sentar las bases para una política de inclusión sostenida en el tiempo.