Javier Milei y su partido La Libertad Avanza (LLA) lograron un triunfo contundente en las elecciones legislativas de la ciudad de Buenos Aires, superando al partido Pro del expresidente Mauricio Macri. Con el 30% de los votos, LLA relegó al Pro al tercer lugar con solo el 16%, marcando la primera derrota de Macri en su bastión en dos décadas. El peronismo, con Leandro Santoro como candidato, quedó en segundo lugar.
Este resultado fortalece a Milei en su intención de liderar la fracción política de la derecha y condicionar cualquier alianza con Macri, especialmente de cara a las elecciones legislativas nacionales de octubre. La victoria también ha generado acusaciones de juego sucio por parte de Macri, quien denunció una campaña de desinformación con inteligencia artificial. Milei ha dejado clara su intención de dejar atrás a Macri y atraer figuras afines de Pro, como Patricia Bullrich. La tensión y ruptura entre ambos líderes marcan una reconfiguración del panorama político argentino.
La participación electoral fue baja, alcanzando solo el 53%, a pesar de que el voto es obligatorio en Argentina. Este dato resalta la apatía o descontento de una parte del electorado en un contexto de alta polarización política.