El Parlamento Europeo aprobó este martes las cláusulas de salvaguardia destinadas a proteger al sector agrícola en el marco del acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, un paso considerado clave para destrabar la negociación del tratado. La resolución fue adoptada por amplia mayoría, con 431 votos a favor, 161 en contra y 70 abstenciones.
Las salvaguardias aprobadas establecen un mecanismo de monitoreo “constante y proactivo” sobre productos agrícolas considerados sensibles, entre ellos la carne de ave y la carne vacuna. El texto introduce criterios objetivos para detectar posibles perjuicios graves al mercado europeo y habilita respuestas más rápidas por parte de la Comisión Europea.
Entre los puntos centrales, se define que un aumento interanual superior al 5% del volumen de importaciones preferenciales —en comparación con la media trienal— o una caída de más del 5% en el precio medio de importación serán considerados “indicios razonables de un perjuicio grave”. Estos umbrales sustituyen el margen del 10% previsto originalmente en el documento inicial.
Ante estas señales, la Comisión Europea podrá iniciar investigaciones con plazos reducidos: tres meses en general y dos meses en el caso de productos sensibles. De confirmarse el perjuicio, el organismo estará habilitado a aplicar medidas de salvaguardia, incluyendo la suspensión de preferencias arancelarias.
Las enmiendas también contemplan la posibilidad de suspender de forma inmediata las importaciones cuando existan “pruebas creíbles” de incumplimientos en materia de medioambiente, bienestar animal, salud, seguridad alimentaria o protección de los trabajadores.
El eurodiputado español Gabriel Mato Adrover, del Partido Popular Europeo y responsable de la negociación, destacó que la aprobación envía “un mensaje claro” de que es posible avanzar en el acuerdo sin dejar desprotegidos a los agricultores europeos. “Hemos aprobado un mecanismo de salvaguardia sólido, rápido y jurídicamente seguro, que permite reaccionar a tiempo ante perturbaciones del mercado y da la certidumbre que el sector llevaba tiempo reclamando”, señaló.
En la misma línea, el presidente de la Comisión Parlamentaria de Comercio Internacional, el alemán Bernd Lange (S&D), afirmó que “el sentido común ha prevalecido”. Sostuvo que incluso los eurodiputados más escépticos reconocen la necesidad de contar con una red de seguridad adicional y subrayó el contexto geopolítico actual. “La única respuesta sensata a lo que China y Estados Unidos están haciendo es dar luz verde al acuerdo del Mercosur. Hacer lo contrario sería geopolíticamente irresponsable y un sinsentido económico”, expresó.
El acuerdo UE-Mercosur, que se negocia desde hace más de 25 años, apunta a crear un mercado de unos 722 millones de habitantes. Sin embargo, continúa enfrentando resistencias, encabezadas por Francia, que solicitó postergar su firma. A pesar de ello, tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, prevén avanzar hacia su ratificación, siempre que los Estados miembro otorguen el visto bueno.
De concretarse ese aval, el acuerdo podría ser ratificado el sábado 20 de diciembre durante la cumbre del Mercosur que se celebrará en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú. Una vez validadas las cláusulas de salvaguardia, se espera que las negociaciones sobre la redacción final del texto se retomen a partir del 17 de diciembre.
En el plano local, el canciller uruguayo Mario Lubetkin afirmó que el país está preparado para avanzar. “Tenemos la lapicera pronta”, señaló, en referencia a la disposición del gobierno a firmar el acuerdo una vez culminadas las instancias pendientes.

