El diputado y escritor Fernando Amado vuelve a sacudir el escenario público con el lanzamiento de su nuevo libro Conspiración República: 200 Años de Influencia Masónica en Uruguay, una investigación que promete abrir una nueva etapa de debate sobre la presencia de la masonería en distintos ámbitos del país. La publicación, que sale a la venta este jueves, expone una extensa lista de nombres de la música, la televisión, el periodismo, el carnaval y otros sectores que, según el autor, forman parte de la Orden.
Amado dedica un capítulo específico —“Cinco masones y nada más”— a figuras populares de la música. Allí menciona al reconocido cantante Lucas Sugo, quien habría sido iniciado en la logia Unión y Fraternidad Riverense n.º 79, y a Carlos “Chacho” Ramos, vinculado a la logia Decretos de la Providencia n.º 6 de Montevideo. El autor sostiene que la masonería uruguaya mantiene su vigor, entre otras razones, por integrar a trabajadores y profesionales de primer nivel.
En otro de los segmentos, titulado “Salud, cancha y micrófono”, Amado se detiene en el impacto de la Orden en los medios de comunicación. Allí señala que la presencia de periodistas masones permitió “tratar a la institución sin morbo” y desarrollar lo que denomina una “segunda capa” en ciertas entrevistas, donde entrevistado y entrevistador compartían pertenencia sin revelarla abiertamente. Entre los nombres mencionados se encuentran el periodista deportivo Sebastián Giovanelli, integrante de la logia Librepensadores n.º 73, el comunicador rural Martín Jesús Olaverry, y el actual diputado y comunicador Gerardo Sotelo, a quien Amado identifica como “venerable maestro” de la logia Victoria n.º 147.
El libro también confirma la pertenencia masónica del histórico comentarista deportivo Alfredo Etchandy, quien —según detalla Amado— nunca ocultó su vínculo con la institución, llegando incluso a lucir el característico pin de la acacia en sus apariciones en televisión y durante su gestión como subsecretario de la Secretaría Nacional del Deporte. Otros nombres que aparecen en la investigación son los del conductor Robert Rocha y el columnista Ramiro Rodríguez Villamil. La lista se extiende incluso al rubro de la meteorología, con las figuras de Núbel Cisneros y Diego Vázquez Melo.
El Carnaval, uno de los universos culturales más influyentes del país, también aparece bajo la lupa. En la sección “Libertad, fraternidad, carnaval”, el autor identifica a referentes que integrarían distintas logias. Entre ellos, el periodista Fabián Cardozo, quien habría desarrollado tareas de comunicación internas dentro de la Gran Logia junto a su colega José María Goicoechea, y que actualmente sería maestro masón en la logia Victoria n.º 147, la misma en la que participa Sotelo. A esa lista se suma el actor y libretista Maximiliano Xicart, con más de un quinquenio de actividad en la institución. También figuran el periodista Marcelo Fernández, miembro de la logia Salvador Allende n.º 187, y el conductor Alejandro Camino, presentador del tablado del Velódromo.
Si bien Amado ya había revelado otros nombres en publicaciones anteriores, esta vez expande la mirada hacia sectores históricamente menos visibles en su relación con la masonería. El libro profundiza en el ámbito empresarial, donde identifica a líderes del transporte y el comercio; en el sistema judicial, con menciones a exmagistrados y fiscales; y en el sector de la salud, un espacio donde la Orden ha tenido una incidencia tradicionalmente significativa.
La obra de Amado, que combina investigación histórica, entrevistas y análisis político, se instala nuevamente en el centro de la conversación pública. Su lanzamiento promete generar reacciones tanto dentro de la masonería como en el amplio abanico de personalidades mencionadas, reavivando un debate que en Uruguay atraviesa dos siglos de historia.

