Sector agropecuario y exportadores intensifican sus críticas al tipo de cambio actual y exigen compensaciones y ajustes en el presupuesto.
Rafael Normey, presidente de la Federación Rural, afirmó que el fortalecimiento del peso frente al dólar genera “sobrecostos para el sector productivo” y reclama compensaciones fiscales. Según la entidad, en los últimos tres años el agro acumuló pérdidas cercanas a US$ 1.000 millones por efecto del tipo de cambio
La Unión de Exportadores añade que la apreciación del peso frente al dólar no solo reduce ingresos, sino que ha dejado a Uruguay “más caro” respecto a comparadores internacionales, afectando su competitividad
Guillermo Tolosa, presidente del BCU, negó que exista atraso cambiario y sostuvo que si bien el peso ganó terreno frente al dólar, no ocurre lo mismo frente a otras monedas. Además, destacó que hay superávit en la cuenta corriente del sector privado y que la inflación está controlada dentro del rango meta
Federación Rural: reclama eliminación de impuestos rurales, tasas municipales y revisiones en inspección sanitaria, inmobiliaria y exoneraciones por inversión.
ARU: pide reducir la tasa de interés del BCU del 9 % al 7 %, para no perjudicar al sector productivo; advierte que pagar la estabilidad de precios “a costa del atraso” no resulta sustentable
Marcelo Sibille (KPMG) sostuvo que la flotación cambiaria impide hablar de atraso, aunque advirtió sobre una “alta valoración del peso” en términos reales y apuntó a reformas microeconómicas y fiscales como solución
José Antonio Licandro coincidió en que no hay atraso cambiario en Uruguay y atribuyó la subida del peso a factores externos, no a maniobras del BCU
Con el debate de la Ley de Presupuesto en curso, los reclamos ganan relevancia. Las gremiales rurales buscan incorporar ajustes compensatorios por el impacto del tipo de cambio, coordinación entre BCU y MEF, y medidas que alivien los costos del eslabón primario
Exportadores y ruralistas presentan un frente unido cuestionando la política cambiaria actual y demandan ajustes estructurales en el presupuesto. El BCU rechaza la existencia de atraso, respaldado por economistas que citan la flotación cambiaria y la estabilidad de la inflación. El debate fiscal servirá para evaluar si se incorporan las compensaciones exigidas por el agro.

