Además de las situaciones en Conaprole y en las empresas que motivan este nuevo paro de 24 horas (Claldy y Lactalis), hay dificultades de diversas magnitudes en las empresas Coleme, Lactosan, Pinerolo y Calcar.
La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) concretará este martes 12 de agosto su tercer paro general de 24 horas en menos de un mes, en medio de una creciente tensión con las empresas del sector. La medida responde principalmente a los despidos de 32 dirigentes sindicales en la planta de Claldy, decisión adoptada de forma unilateral y sin agotar las instancias de negociación en el Ministerio de Trabajo, según denunció la gremial.
El sindicato cuestionó el procedimiento utilizado, al afirmar que las desvinculaciones fueron comunicadas por mensaje de texto y con un margen de apenas diez minutos para abandonar las instalaciones. Además, la FTIL reclama por la falta de reapertura de la planta de Lactalis en Cardona, cuyo cierre mantiene sin actividad a decenas de trabajadores.
El conflicto no se limita a estas dos empresas: la central sindical advierte sobre problemas laborales en Conaprole, Coleme, Lactosan, Pinerolo y Calcar. Desde el sector productivo, la Asociación Rural del Uruguay advirtió que la reiteración de paros impacta en la operativa y el abastecimiento, y planteó la exportación de leche a granel como alternativa para mitigar los efectos.
La paralización de este martes se suma al paro general convocado por el PIT-CNT, al que el gremio lácteo adhiere, y marca un nuevo punto de fricción en un escenario de negociación cada vez más complejo.