Tras un “mensaje subliminal” de Orsi, los masones insistieron en tender un “puente” con la oposición, aunque finalmente no fue necesario activarlo

El venerable gran maestro de la Gran Logia de la Masonería del Uruguay, Mario Pera, reveló que en plena campaña electoral de 2024 la institución ofreció públicamente su apoyo para “procurar tender puentes y lazos de unión donde solo hubiera indicios de división”. Ese gesto fue especialmente dirigido a los candidatos presidenciales, y el presidente electo Yamandú Orsi lo interpretó —como él mismo citó— “como un mensaje subliminal” que evidenciaba apertura para un diálogo colaborativo.

Durante los primeros días de mayo de este año, Orsi se comunicó telefónicamente con Pera, oportunidad en la que la posibilidad de que la Masonería funcionara como puente con la oposición fue planteada formalmente. Sin embargo, el gran maestro destacó que “por suerte las cosas se calmaron y no fue necesario” activar ese rol.

En diálogo con Búsqueda desde el histórico Palacio Masónico —edificio declarado Monumento Histórico Nacional en febrero de 2020—, Pera aseguró que la Masonería no busca incidir directamente en la política partidaria, sino más bien “facilitar” espacios de escucha, respeto y entendimiento entre sectores.

Aunque la Gran Logia adoptó una visibilidad pública moderada en los últimos años —recibiendo a candidaturas de diversos signos para presentar sus principios de libertad, igualdad y fraternidad—, Pera insiste en que “predomina un tono de discreción” y en que la organización solo interviene cuando se la convoca.

A la vez, el gran maestro confirmó que su renovación de contacto con Orsi incluyó intercambios por WhatsApp o llamadas para tratar asuntos reservados, y que el ofrecimiento formal de colaboración política fue valorado por el presidente.

Mario Pera, nacido en Montevideo en 1951, es contador y licenciado en Administración con una larga trayectoria en la institución masónica uruguaya. Al frente de la Gran Logia desde diciembre de 2023, lidera una organización con cerca de 118 logias activas, luego de varios años de crecimiento que dejaron paso a una meseta en la membresía.

En cuanto a figuras históricas, Pera recordó que Tabaré Vázquez, también masón, estuvo activo en la orden sin mucha concurrencia física a sus rituales, y destacó que la masonería uruguaya ha tenido una presencia histórica significativa en la política y el Estado, gracias a la laicidad característica del país.

Aunque se han dado filtraciones recientes —e incluso una causa judicial–interno por datos compartidos—, Pera subrayó que estos incidentes fueron derivados a la Policía y están bajo investigación.

En síntesis, la masonería uruguaya reitera su vocación facilitadora en el espacio político: dispuesta a tender puentes cuando se la convoca, pero sin intervenir directamente. En este caso, la llamada presidencial de Orsi en mayo simboliza ese vínculo respetuoso, aunque no activado. El mensaje es claro: “Estamos abiertos, pero solo actuamos si se nos convoca”.

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