El gobierno uruguayo gestiona con Ruanda el relevo de su contingente militar en el Congo, tras semanas de tensión en la misión de paz de la ONU. La reciente ofensiva del grupo rebelde M23 cobró la vida del soldado Rodolfo Álvarez e hirió a varios efectivos. Mientras algunos militares ya regresaron al país, otro grupo espera viajar para sumarse a la misión. Este tema fue central en la reunión entre los ministros Omar Paganini (Relaciones Exteriores) y Armando Castaingdebat (Defensa Nacional) con el embajador de Congo en Uruguay, Daniel Marius Cibangu Kasonga.
Castaingdebat explicó que la prioridad es coordinar el relevo con Ruanda, que controla la ciudad de Goma junto al M23. En una próxima reunión de la ONU, solicitada por Ruanda, se discutirá la posibilidad de acelerar el proceso. El ministro destacó que Uruguay no puede retirarse unilateralmente, ya que debe negociar la salida y entrada de tropas con las partes involucradas. Además, aseguró que, pese a los riesgos, no hubo bajas en el nuevo grupo designado para viajar y que incluso algunos efectivos pidieron extender su estadía en el Congo.
El embajador congoleño reconoció el papel del Ejército uruguayo en la región, destacando que muchos civiles han sobrevivido gracias a su labor humanitaria. Uruguay, además, resguarda el armamento de más de 1.500 soldados congoleños que depusieron las armas. En señal de respeto, el diplomático expresó sus condolencias por la muerte del soldado Álvarez. Sus restos llegarán el jueves a la base aérea de Carrasco, donde se realizará un acto protocolar antes de su traslado a Santa Clara de Olimar, en el departamento de Treinta y Tres, para su sepultura.